Alandalus

Comimos ensalada de langostinos con salsa de berros, como entrada. Muy suave y sabroso. Luego compartimos una parrillada de mariscos, bien servida aunque a la cocción le faltó un punto más. Bebinos un suavignon suave.

Restaurante luce como abandonado. Un almuerzo de 3 y no había más nadie en todo el restaurante. La comida es buena pero deben cambiar un poco mobiliario

Pedimos langosta gratinada, langosta al ajillo y parrillada mixta. La porción de la guarnición de la langosta era absurda, demasiado pequeña (una papa pequeña, 3 tiritas de zanahoria y 1 tirita de chayote). La salsa bechamel de la langosta gratinada estaba insípida. La parrillada mixta eran básicamente un bulto de almejitas...el calamar estaba durísimo y aguado, la langosta estaba y olía mariscosa, el pulpo estaba duro... y los patacones se veía a leguas estaban congelados desde hace días. Fui hace unos 4 años, y no es ni la sombra... Que decepción. Todos salimos con hambre, decepcionados y sin ganas de volver. Espero esta solo haya sido mi experiencia y no sea la norma general de ahora. La relación precio calidad es mala, y el servicio deficiente.

Mi esposo me invitó el 14 de febrero a cenar en este espectacular restaurante. La comida estuvo como siempre fabulosa, todo estaba delicioso… lo único es que estaba muy lleno y tomó mucho tiempo comer cada platillo. Sin duda regresaré cuando esté más vacío y poder disfrutar por más tiempo.

el lugar es bonito y tradicional. están declinando mucho en control de calidad. pienso que pueden poner música de fondo en la terraza. además por alguna razón me ha pasado que solo queda una cerveza de x marca o no hay licor digestivo cosa que es como estándar en un restaurante español. le falta cariño en general.