A-banda

Buena paella, con buen arroz y buena presentación. Las patatas bravas no tienen la salsa de Madrid, pero están aceptables. No tenían pimientos de Padrón (otra vez los comí, excelentes). Los camareros son muy atentos.

De festejo de cumpleaños agasajamos a la homenajeada con huevos rotos y tortilla como entrantes y un arroz al estilo valenciano que llegó en su punto. Vino español blanco bien frío (2 botellas). Quedó poco para el postre. Pregunta ¿por qué en Panamá no se ofrece fruta como tal? Volveremos

Muy buena opcion para ir a comer comida española. La variedad que ofrecen es realmente autentica al igual que el producto final. Lo unico malo es que no tenian varias de las cosas que pedimos. No dejen de pedir las patatas bravas que tienen el nivel perfecto de picante y las aluvias con jamon. La paella siempre es buena opcion de plato fuerte. Dato: la de 5 personas rinde para 8, es enorme! De postre tienen la tipica leche frita y tocino de cielo. Buena comida y buen servicio

Fui a comer por recomendación y no decepcionó. La decoración es segura, nada impresionante pero tampoco nada que decepcione, bastante sobrio; solamente quitaría los televisores, o por lo menos cambiaría de canal (canal de videos de música). La atención muy buena; cordial, rápida y con conocimiento del menú. Atendieron dos personas con personalidades diferentes, pero ambas muy profesionales. De comida pedimos varias tapas y un plato fuerte para compartir entre 3, no hubo plato que fallara. Croquetas (3/5), papas bravas (5/5), Camembert frito (5/5), Gambas gabardina (4/5), Filete de res (5/5). Pero lo que más me sorprendió fue la calidad de la tortilla...

Restaurante pequeño, con mesas para unas 30 personas máximo. Disponen de terraza interior, dónde nos sentamos nosotros. Tuvimos la suerte que había un poco de brisa e hizo nuestra estancia, muy agradable. Éramos 4 y pedimos como entrantes: croquetas de la casa (muy ricas), patatas bravas (la salsa no me pareció brava y además era escasa), jamón ibérico (rico), almejas en salsa (la salsa lo mejor) y mejillones en su salsa también (aquí fallaba la salsa). Acompañamos de "pa amb tomàquet" y pan tostado. El pan estaba muy bien. Después pedimos una paella de mariscos de 3 para los 4. Salieron buenos platos pero fue nuestro fallo no haberla pedido para 4. El vino fue un Santiago Ruiz de las Rias Baixas, un blanco suave y afrutado que acompañaba muy bien. En general el servicio fue bueno y atento, muy simpático todo el rato con nosotros y con todo el mundo, se agradece.