5inco (San Francisco)

Desde q inauguró este restaurante, estábamos mi esposo y yo con muchas ganas de conocerlo y q mejor momento para celebrar su cumpleaños. Invitamos a dos parejas de muy buenos amigos para q nos acompañaran en esta ocasión. Muy buena ubicación y el ambiente muy agradable. Ordenamos 6 entradas recomendados por el mismo chef Roberto Richa! Nos explicó en detalle cada plato, desde el ceviche con patacones hasta el pulpo al grill como entradas. Y el cochinillo como la entraña, como platos principales, brutal! De postre, el volcán de guayaba con helado de vainilla, riquísimo! El mojito y el gin como cócteles, un éxito! Lo único q no nos gustó fue q prácticamente nos echaron del rest. Primero nos trajeron las llaves de los autos con la excusa de q el valet parking se había retirado y unos minutos después nos trajeron, sin nosotros haberlo pedido. Fuimos los últimos comensales y era apenas las 11:30pm. Quedamos con ganas de más!

La comida muy buena y platos originales, los nombres sobre todo. La decoracion nice los separadores, ambiente agradable. Buen servicio.

El lugar es agradable, aunque cuando está lleno se dificulta conversar. Esta vez la atención no me gustó, llegamos y eramos la segunda mesa en ocupar y tuvimos que pedir 10 minutos después que nos atendieran. La comida deliciosa, el hummus, los dumplings y lo mejor, el chicharron navideño con el tamal de olla, lo recomiendo!

Me agrada su ambiente moderno para disfrutar con amigos o pareja. La atención no fue buena, no avisaron a tiempo que no había un plato, se demoraron en servir los tragos y la comida (el rest no estaba lleno). En cuanto a la comida, probamos el pulpo, muy rico pero poca la porción; el provolone con berenjenas delicioso; los mac n cheese con langosta tenían buen sabor, mas no destacable.

Me gustó la decoración del lugar, lo malo fue la música muy alta y teníamos que gritarnos. Muy buena la atención, el joven bien alegre y atento. La comida debo decir que me defraudó, la Kraken de la que tanto hablaban era más pan que carne, el chicarrón delgado y no sentí le aportó mucho al sabor de la misma. El volcán de guayaba estuvo rico.