Ubicado en Boquete dentro del hotel Panamonte. Tuvimos la oportunidad de ir a cenar y personalmente llevaba muy altas expectativas. Sinceramente la atención no estuvo como esperaba. Sólo diré eso. La comida muy buena. El chuletón con salsa de naranja un poco salado por dentro, pero buen sabor, muy buena porción tanto del chuletón como del puré que lo acompaña. La hamburguesa, creo que es una de las mejores que he probado en el país, incluyendo la capital. Acompañada con papas fritas bastante normales. Esperaba alguna sorpresa en ellas, una salsa especial para acompañarla, o que estuvieran rociadas con algunas hierbas orgánicas del lugar...no sé....pero al final simples papas fritas con simple ketchup. De postre, Rum Cake con Almendras que estuvo bueno. El postre Decadencia de Chocolate estuvo perfecto. Cualquier amante del chocolate que viva en el planeta tierra lo debería probar.

El restaurante queda en el segundo piso de una de las plazas comerciales de Coronado. Lamentablemente la noche que fuimos no encontramos por ningún lado elevador, íbamos con alguien que no camina bien y fue un poco penoso la subida de las escaleras. El ambiente es bastante familiar y relajado, de acorde a sus precios. Tienen sillones en el balcón al aire libre y un ambiente pequeño dentro con televisión. El menú es bastante predecible...tienen desayunos pero nosotros fuimos de cena. Toda la comida también me pareció predecible, casera. Una sopa de pollo normal, un quiche de buen tamaño y sabor pero no memorable. La hamburguesa estaban buenas, el sabor de la carne si me pareció que no dejaba nada que pedir, era jugosa y de buen tamaño. Emparedado de pollo buffalo...bueno pero no volvería a pedirlo. Creo que tendré que ir al desayuno a ver como nos va....

El restaurante es básicamente una parrillada, pero debo decir que con los mariscos son sobresalientes. Los langostinos al carbón estuvieron excelentes, en especial porque en pocos lugares en el país he visto unos langostinos tan grandes. Eran realmente grandes. La corvina, fresca y jugosa. Las almejas igual, muy buena salsa. Calamares buenos, el pulpo...en su punto. Algo en contra es que los platos a pesar de ser de un precio considerado para ser el interior, no incluyen los acompañamientos. Es decir, se debe pedir y pagar a parte los acompañamientos, sean cual sea: papitas, yucas, patacones, arroz, etc. Las bebidas son naturales, los frosties de frutas naturales son descomunales, alcanzan para dos personas. El ambiente, nada del otro mundo. Tienen como una venta de cuadros, pero el ambiente no amerita los precios, definitivamente. Esa noche solo pedimos mariscos, a pesar de resultar un poco costoso, creo que volveríamos.

Tuve la oportunidad de ir hace poco a cenar y salí positivamente impresionada. El lugar no es lujoso pero esta dignamente arreglado. La atención en muy buena, a pesar de que llegamos a una hora bastante avanzada de la noche, me impresionó que los meseros no nos recibieran con cara de...."apúrese estamos cansados y queremos irnos pronto", como es tan frecuente en muchos restaurantes de la capital. Los mariscos son su especialidad, de entrada las arañitas de calamar, frescas con una muy buena salsa tártara, empanizadas pero no tan grasosas. De plato fuerte los langostinos al ajillo me impresionaron. Los presentaron en un plato solo y en un plato aparte la guarnición. Así que el plato tenía una muy buena cantidad de langostinos, perfectamente cocidos, frescos y deliciosos. El pulpo a la marinera, delicioso, en su punto con una salsa de tomate natural y toda clase de mariscos. Repito que las cantidades no dejan nada que desear. Aunque no soy amante de la sangría, la que pedimos obtuvo la aprobación de los comensales que la probaron. El capuccino, de máquina, muy bueno, no deja nada que desear. El postre un flan de queso que estuvo suave, y realmente delicioso. Hubiera repetido el postre. La relación cantidad-calidad-precio, excelente. Seguramente volveré.

Bueno, leyendo los otros comentarios, creo que el servicio ha mejorado bastante. De hecho tampoco demoraron en la entrega de la comida. El ambiente es muy bueno, la decoración bien elaborada. La carta me parece que es la misma de la capital. Lastimosamente no tenían salmón, así que me toco pedir el pollo árabe, que para mi sorpresa trajeron cuatro presas....tres de las cuales tuve que pedir para llevar a pesar de que la sazón estaba excelente. Los fetuccini con langostinos, para los que le gusta la pasta con crema de leche serían una buena elección. Muy frescos langostinos, buena cantidad de pasta. Pero en comida árabe me quedo con las entradas....el hummus buena cantidad y sabor muy balanceado. Al igual que taboule, la ensalada de perejil con trigo bulgur y limón. Los kibbe como para que no se terminasen nunca, los favoritos de la noche. Sambusek de queso, buen tamaño, para los que les gusta un sabor de queso bastante intenso. La limonada en agua de rosas, buena. Tampoco tenían la de hierbabuena disponible. Para terminar nos trajeron de cortesía un té digestivo de durazno en agua de rosas que fue una muy buena forma de terminar la comida.