El ambiente es muy cozy y acogedor, muy buen lugar para un desayuno o hacer algún trabajo en la laptop. Tenía muchas expectativas del lugar y honestamente la comida no me pareció la gran cosa para lo que valía. Los platos tienen un precio algo exorbitantes para lo que traen y lo que sabe. Pedí un desayuno clásico y la “ensalada” era diminuta, el pan de masa madre estaba muy difícil de morder y masticar. En fin, no volvería más que por un café.

Excelente elección si tienes antojo de una buena hamburguesa y a un precio accesible. El mesero, que no recuerdo su nombre, fue sumamente servicial, tanto que nos cambió una hamburguesa que no era lo que creía en primera instancia.

Vine por el hype que le han dado mis conocidos y la impresión de la cantidad de comida que vi en sus redes sociales. La comida le hace justifica a todo lo que me han dicho, es muchísima comida y sí o sí uno termina dejando y llevando para la casa. El ambiente es muy acogedor y original. La atención es buena, lo único malo es que se llena mucho y no recomiendo ir en quincena o esperarán más de media hora por entrar al restaurante.

Las hamburguesas son deliciosas y todas con un sabor distinto que invita a probar todo el menú. La atención, de todas las veces que he ido, ha sido muy buena, no tengo queja alguna. El ambiente no es malo, pero considero que es muy oscuro o poco iluminado, pero queda al criterio de cada quien.

Siempre había querido ir, no solo porque me llamaba la atención, sino también porque está muy cerca de casa de mi pareja así que se podría convertir en una cita sencilla y cercana. Justamente así fue, y para nuestra sorpresa, el interior del restaurante es muy acogedor dando una sensación de bienvenida junto a la atención. Los rollos estuvieron muy ricos, con sabores diferentes a los que se suelen probar en otros restaurantes de sushi. Seguro tendemos más citas en Sushilandia para disfrutar el resto del menú 🥰.

Excelente lugar para una salidita después del trabajo. La opción de dividir la pizza en dos para probar dos opciones o sabores distintos, es genial. La Fabi Fabi, conprosciutto, la recomiendo muchísimo, estuvo deliciosa. La Smoked Salmon no es mala, pero si no te gusta un sabor tan fuerte o marcado del pescado, no la vas a disfrutar al máximo. Volvería a probar más opciones.

Mi pareja hizo una reserva para San Valentín, hace mucho que quería ir principalmente por la vista. Cuando llegamos nos recibieron super bien. La atención del Sr. Cuba fue tan cordial y especializada qué hasta le ofrecimos tomar con nosotros (lastimosamente no se podía pues estaba en su puesto de trabajo). También cabe resaltar qué el propio gerente nos sirvió la botella de champán, lo que nos pareció muy amable de su parte. La comida fue deliciosa; personalmente recomiendo el sushi dragon roll, un sabor único y super delicioso a pesar de tener ese toque dulce del plátano quedó muy rico, definitivamente hacen las cosas con amor.

Fui para el Sushi Week por la promoción que tenían. La primera impresión que tuve es que el ambiente está maravilloso con toda la decoración, es lo más cercano qué me pude sentir a algo de Japón. La comida está muy rica, diferente. Las porciones no llenan mas te dejan saciado o bien. Lo único malo, que no sé si fue por el Sushi Week y lo lleno qué estaba el lugar, fue que demoraron mucho en entregar los platos y uno de los platos qué pedí y estabamos esperando, no estaba registrado en su sistema de pedidos; sin embargo, destaco la atención del dueño que se disculpó y nos resolvió en el instante.

Fui para el 2x1 que tenían del Sushi Week. El ambiente se siente muy acogedor, fancy y a la vez moderno. Nunca he estado en Tokio pero considero que le hacen justicia al nombre del local con su ambiente y decoración. La atención de la chicha fue excelente. La comida estuvo muy rica a excepción del sushi de ceviche pero es cuestión de gustos. Volvería para probar otros rollos.

Para ser una comida rápida estaba bastante buena e innovadora con los pedazos crunchy de pollo en el sundae. El árcade fue un excelente plus pues por estar jugando no se siente la espera de la comida.