Algunos platos son buenos. Otros parecen tener una salsa genérica en común. El servicio bastante malo, y de mala gana. El restaurante es demasiado caro para ofrecer comida bastante promedio. La decoración deja mucho que desear, definitivamente no tiene aspecto de trattoría. No tengo apuro alguno en regresar.

Este local es nuevo para nosotros. Fuimos en busca del restaurante que había allí anteriormente, y decidimos probarlo al descubrir la novedad. TODOS nuestros platos estuvieron deliciosos. Pedimos dos emparedados, el curry amarillo, los tacos de cobia (exquisitos) y las hamburguesas de puerco. Lo recomiendo mucho. El servicio estaba un poco distraído, pero yo volvería por la comida.

Comida rica, pero muy caro para lo que ofrece. Las entradas estuvieron muy buenas. Los platos principales ya no tanto. La entraña prometía estar bañada en Miso, pero estaba más bien muy rodeada de quinoa. Los langostinos demasiado cocidos. La sorpresa más grande fue la cuenta. Muy caro para lo que ofrece

¡auténtica comida mexicana! Este lugar es famoso por hacer totopos que puedes comprar para llevar a casa, y acompañar tus salsas. Hoy decidimos probarlo mis hijos y yo. Somos muy críticos de la comida mexicana, porque vivimos allá unos años. Este lugar ofrece auténtica comida mexicana, no se equivoquen. La horchata está deliciosa. Y no dejen de probar los nachos.

Servicio maravilloso. Aproveché una oferta de Oferta Simple para conocer el sitio. Fui con una amiga, y las dos quedamos muy bien impresionadas con el lugar. No se deje engañar por lo que ve desde la calle, el sitio tiene buen ambiente y es de buen tamaño. El chef es italiano, y la comida estuvo muy rica. Lo mejor, definitivamente, fue la atención de Bryan.

Fue una agradable sorpresa. Fuimos sin expectativas, para probar un nuevo restaurante. Quedamos bien impresionados. Somos cuatro, y todos pedimos platos diferentes. Al inicio nos ofrecieron un pan pita hecho en casa que estuvo exquisito, cortesía de la casa, con un baba ganush muy fresco. Luego llegaron nuestros platos y todos estuvieron exquisitos. Volvería y lo recomendaría a todos mis amigos.

Conocemos Maito desde hace años y siempre hemos disfrutado cuando vamos. En otras ocasiones, siempre hemos salido impresionados con la creatividad de la cocina, y consentidos por el servicio. Esa experiencia no fue la de anoche. Desde el principio hasta el final la experiencia fue decepcionante. Llegamos 15 minutos antes de nuestra reserva. En vez de pedirnos que esperáramos, la anfitriona nos llevó a una mesa en el jardín/vivero/terraza, donde nos sentimos castigados. La mesera era un poco brusca, y lejos de mostrar el servicio que recuerdo haber recibido en Maito, sentí que me atendía como si estuviera en casa de ella, estorbando. Fuimos para probar la hamburguesa con la que compitió Maito en el evento de hamburguesas. Conociendo al chef, debía ser excepcional. Ésa resultó ser una gran decepción. Era una versión desmejorada de la quesoburguesa de la Inmaculada. Un amigo pidió cordero, lo pidió término 3/4. La mesera le aclaró que el cordero se presenta cocido, y no se pueden pedir términos. Al llegar, el cordero llegó prácticamente crudo. En general, la experiencia no me dejó con deseos de volver.

Buen servicio, hermosa ubicación, comida un poco decepcionante y bastante cara. Quise ir con mis amigas tras probar su comida en el Festival de Microcervecerías, porque allá me gustó mucho. Pero debo decir que de los platos que comí en el restaurante, sólo una entrada me impresionó. Ordenamos unos "dumplings" de chorizo muy recomendados, que no me gustaron para nada. De hecho, dejamos la mitad de este plato. También probamos una entrada de pulpo sobre una cama de maíz nuevo que sí me gustó mucho. De plato fuerte compartimos el "guacho" de mariscos, que más bien es un risotto con sazón panameña, pero guacho no es. Finalmente probamos un pastel de chocolate ahumado, muy recomendado, y tampoco muy impresionante. La presentación deja mucho que desear, y lo único que me impresionó de este postre fue una salsa de remolacha picante que le va muy bien al chocolate. Al final, la experiencia dejó mucho que desear en cuanto a comida. El servicio fue muy amigable, y lo mejorcito de la noche.

El servicio estuvo desesperadamente lento hasta que se acercó la hora en que convierten el restaurante en club nocturno. A esa hora, el servicio dejaba claro que había que irse. La comida buena, pero pedimos una hamburguesa término medio y nos llegó con la carne bien cocida, así es que al gourmet se le salió el cobre. Además, la variedad de cervezas estuvo deprimente, a pesar de que la primera vez que fui había varias alternativas artesanales. A mí me había gustado hace unos días con mis amigas. Hoy llevé a mi esposo, y estoy segura de que él no volverá.