Es un restaurante con luz tenue, ambiente para ver partidos. La atención del chef es excelente. Las papas fritas están riquísimas y sobretodo me encanta su hamburguesa "Yeyecita", el queso y el pan súper suave con la que lo hacen.

Los Yeeros son buenísimos, probé el Greek Yeero compuesto por tomate, lechuga, queso feta, tzatziki, aceite de oliva, orégano. Jugosos y con un muy buen sabor. El ambiente es muy bonito, el lugar es amplio.

La comoda es muy rica y a un precio económico. Recomiendo la soja agridulce. Queda en un lugar céntrico y el horario me parece bien.

La decoración del lugar enamora, lo único es que es difícil conseguir estacionamiento cerca por estar ubicado en el Casco Antiguo, pero lo demás muy bien.