Tenia algún tiempo de querer conocer el restaurante luego de leer los comentarios, sin embargo no fue la experiencia que pensé. Seria muy buen ambiente no hay duda, la comida pues no lleno las expectativas pedí la entraña en salsa de tamarindo y la verdad de tamarindo solo el nombre, mi amiga pidió los langostinos de la tía y estaban muy mariscosos. Pero lo peor fueron los meseron.... Cuando llegamos el lugar estaba full casi no había lugar donde sentarse y 2 meseros se pusieron a discutir en frente de nosotros si podíamos o no sentarnos en una especie de banca que tienen pegado a la pared, luego el que nos atendió super pasado! Cuando quisimos hacer la orden el hombre se echó a reír y nos aseguro que no estábamos listas para ordenar porque siempre le pasaba eso y después aunque todavía no habíamos terminado de comer quería retirarnos los platos y se paso toda la noche diciéndonos mami!!!!

Vinimos a este restaurante para el cumpleaños de mi esposo en enero y fue tremenda sorpresa porque los comentarios no le hacen justicia. Es verdad q la decoracion no es la mas caribeña pero la comida es verdaderamente ESPECTACULAR las porciones son grandes y sus precios me parecen bien para la cantidad. Los meseros se esmeran en su atencion y lo mas importante conocen su menu y hacen recomendaciones acertadas. Esta es nuestra segunda visita e insisto la comida no tiene comparacion, el pulpo en salsa caribe es sencillamente DELICIOSO el pescado entero en salsa caribe o al ajillo esta buenisimo y el doble filete relleno es una explosion de sabor. Las croquetas de bacalao hay q probarlas y les recomiendo la limonada de fresa.