Oscar A.
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Los Años Locos (San Francisco)
San FranciscoLo venden como Rib Eye pero en realidad es un Cowboy (OJO CON ESTA ESTAFA)
el 1 de julio de 2023
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Los Años Locos (San Francisco)
Es muy decepcionante que un restaurante de carne no sepa lo que está vendiendo. Hoy volví para darles una oportunidad después de una mala experiencia hace unos años, pero lo de hoy fue inaudito. Pedimos media entraña y el Rib Eye dry aged de 18oz ($74) y me llevé la sorpresa de la noche al ver que me sirven un Cowboy, o sea: un Rib Eye con hueso que en la carta cuesta $60. Le explico al mesero que cuando una Rib Eye tiene hueso es un Cowboy, si el hueso es completo es un Tomahawk y él dice que no, que ese es el corte correcto. Esto es simplemente una oferta engañosa: cuando pagas un Rib Eye el valor es mayor porque es un corte entero y no pagas por el hueso. Al final de la cena se lo expliqué al encargado, el sr Carlos, que si bien tenía buena disposición, parecía no entender mi molestia, todo esto mientras un segundo camarero intentaba convencerme de que yo estaba equivocado. Es lamentable que este sea el nivel de un restaurante de carnes en Panamá. Compartiré la foto de mi steak y les pido que luego de verla busquen en Google cual es la diferencia entre Rib Eye, Rib Eye bone in, Cowboy y Tomahawk. ¡Y esto está en su menú! Quiero pensar que esto es un error o falta de conocimiento y no una estafa planificada, pero la realidad es que este restaurante de especialista en carnes tiene poco.
Wahaka
Quien piense que este es solo un sitio de rumba está equivocado. Su oferta de comida mexicana tradicional con un toque moderno no deja de sorprender. Súper recomendando para cualquier ocasión. La atención es impecable.
Muh Panamá
Es un sitio para ir (bien abrigado) pedir tu carne (sin entradas) e irte. La decoración es una mezcla entre carnicería y cafetería, con inspiración de hospital (paredes grises y frío insoportable) La carne importada es muy buena. El Ribe Eye lo pedí medium rare y llegó medio bien hecho, pero era de calidad. La entraña estuvo perfecta. De entradas ordenamos 3 tipos de chorizos y el único aceptable fue el picante. Las morcillas fueron la mayor decepción de la noche. Llegaron frías junto con los chorizos y los tuvimos que devolver para que los calentaran. Lo vegetales a la parrilla son un montón de zanahorias con dos habichuelas y 3 lonjas de calabacín. El puré de papa es bueno. Lo dicho: buena carne, decoración nula y acompañamientos decepcionantes.
Maguro
El menú bufet que tiene de martes a viernes de 12:00 m. a 3:00 p. m. por $25 es el mejor deal de Panamá: son 66 ítems all you can eat durante 120 minutos. Muy recomendable la sopa Miso, el arroz de langosta y la ensalada de King Crab. Pero en esa japonese BBQ la protagonista es la carne. La entraña, pork belly y short rib con huesos son la estrellas de las 16 carnes que ofrecen. Para terminar, nada como la dulzura de los Mocci, un clásico que Maguro siempre ofrece en diferentes sabores.
Anti.burger
Una hamburguesa como debe ser: simple y sin pretensiones. Eso es de admirar en un género gastronómico donde se quieren usar ingredientes exóticos pero no se dominan los conceptos básicos. En Antibuger se reserva el protagonismo a la Santísima Trinidad: carne, pan y queso y logran un balance perfecto. Es recomendable ordenarla doble porque este ratio funciona mejor que la simple. Gratamente sorprendidos, volveremos pronto.
Mestizo
Cometí el terrible error de no ordenar servicio a la habitación... Mestizo era mi lugar favorito para hacer brunch los domingos pero dejé de ir porque quitaron las otras y desmejoró la oferta de platos. Cuando me quedaba en el hotel ordenaba servicio a la habitación y comíamos bien, pero esta vez decidimos bajar y fue una pesadilla. Llegamos y no había nadie, y nada más acercarse el mesero ya se le veía confundido. Dejó la mesa servida para 4 cuando íbamos a comer solo 3. Ordenamos el vino y cuando comenzamos a preguntarle por platos del menú no tenía idea. Afortunadamente se acercó otro mesero y nos guió. Ordenamos entradas y los principales y en ese momento desaparecimos para ellos. Pasaron más de 15 minutos para que se acercaran ¡¡y éramos la única mesa!! Ni siquiera se acercaban para servirnos vino. Llegaron las entradas, las croquetas eran regulares, y el Bao fue lo mejor de la noche. En cuanto llegó los principales nuestro malestar aumentó: si bien el Filet Mignon estaba ok, las costillas estaban absolutamente frías y la Entraña, que ordenamos media, estaba súper cocida y seca, pero estábamos tan molestos que no pedimos cambiarlos porque ya queríamos irnos. Al probar los espárragos no soportamos y pedimos que los cambiarán porque estaban totalmente crudos, y fue aquí donde terminamos de indignarnos: ¡¡los espárragos los metieron en el microondas y nos trajeron de vuelta!! Esto es aceptable en una fonda, no en el restaurante de un hotel 5 estrellas donde gastas $200 en una cena para 3. La peor experiencia. Si se queda en el Santa María no cometa mi error y ordene una hamburguesa a la habitación, así no le arruinarán la estadía.
Market
Habíamos visitado La Posta y nos gustó tanto que decidimos volver pero esta vez sentarnos en la parte de Market, que es un ambiente más informal pero la experiencia sigue siendo excelente. Comparten platos del menú (como las ostras, que es lo que nos enamoró) Pedimos las California Cheeseburger una término medio y otra 3/4 y la diferencia es descomunal. La primera era mucho más jugosa y el sabor destacaba. Lo que acotaría es que están muy bajas de sal. Entiendo que los chef prefieren tener un déficit que un exceso, pero al ser la sal un potenciador de sabor, hacerla tan baja es dejar por fuera una parte fundamental de la hamburguesa: que la carne brille. Probamos dos nuevos tipos de ostras y estaban fenomenales. El mousse de chocolate estaba muy bien. El chocolate nunca falla. Muy recomendable visitarlos. Sin duda, volveremos.
Makoto
Nunca me cansaré de decirlo: es el mejor restaurante de Panamá, pero me sigue pareciendo una pena que las personas no se atrevan a pedir Omakase. Omakase significa “confiar en el chef” y es una experiencia 100% japonesa donde el chef te va sirviendo bites (principalmente nigiris) eligiendo los mejores pescados y productos que tiene ese día, por lo cual nunca comerás dos Omakases iguales. En Makoto comienzan con una Kaiseki Box, que esta vez, como siempre, fue súper creativa y deliciosa. Los nigiris destacaban por la calidad del pescado y la creatividad del Chef Rolando, quien nos atendió esta vez (las últimas dos veces nos había atendido Harold que también es excelente) La sorpresa en esta ocasión fue que tenían Ostras canadienses del pacifico (primera vez que las consigo en Panamá) y estaban deliciosas. Pro tip: las ostras de la costa oeste se reconocen porque tienen unas líneas en la concha mientras que las de la costa este con claras. Conclusión: vayan a Makoto, siéntense en el sushi bar y vivan la experiencia del Omakase. No se arrepentirán.
Segundo Muelle (San Francisco)
Es un restaurant que vale la pena visitar. Sirven auténtica comida peruana con una presentación impecable. El ceviche Tres Ajíes es una entrada que debes probar. El Pulpo al Carbón estaba bien, pero tal vez es preferible ordenar otra entrada más tradicional. De principales ordenamos un Tacu Tanque (nunca habíamos probado este plato y nos sorprendió) y un Chupe de Langostino que, si bien fue el plato que nos provocaba y nos dio ganas de ir a un restaurante peruano, fue el más regular de la comida. No recomendaría ordenar postre. Pedimos unos profiteroles que prácticamente dejamos enteros ya que la pasta choux estaba húmeda y el helado tenía demasiado sabor a leche. Pero ojo, un mal postre no puede opacar el resto de la comida. Tienen una buena carta de vino pero los precios de los cócteles son exorbitantes. Lo que sin duda deben mejorar es cómo te reciben: llegamos a las 5:30 de la tarde y solo habían dos personas y tuvimos que prácticamente rogarle al encargado para que nos sentaran en las mesas tipo sofá, y él se negaba porque tenía reservas a las 7:30 ¡¡¡Faltaban 2 horas, las 5 mesas estaban vacías y él insistía en sentarnos frente al aire, al lado de la entrada de la cocina!!! Estas cosas hacen que una buena experiencia se vuelva incómoda.
La Posta
Wow! ¡¡Qué agradable sorpresa!! Somos súper fanáticos de las ostras y las comíamos en un solo lugar en Panamá, pero nos animamos (con muchas dudas) a probarlas aquí y quedamos fascinados: una selección increíble de ostras de la Costa Este, absolutamente frescas y deliciosas. Ordenamos dos tipos y estaban tan buenas que pedimos otra más. La burrata con prosciutto está espectacular. El ambiente es clásico y relajado, pero no deja de ser elegante. El fondo musical de jazz eleva la experiencia. La atención fue excelente. Si tuviera que sugerir algo sería ampliar las opciones de champañas, ya que solo tiene 3 opciones. 100% recomendable.