Empiezo con la palabra usada por la mayoría, una clásica cafetería. Tenia mucho tiempo sin visitarlos y encontré que cambiaron los precios drásticamente para arriba. El bistec con papas, se pasaron con el precios vs calidad. Mantiene el buen sabor de siempre, pero muy dura la carne. Las papas de paquete. Ensalada de lechuga y tomate. Tradicional. El sancocho viene sin arroz, siempre puedes pedirlo a $3.75 adicionales. Remodelaron el lugar, pero no tiene materiales que disminuyan el ruido. Servicio un poco subjetivo. Las personas de siempre.
Llevé a 3 invitados. Tenía mis aprehensiones por ser nueva experiencia para todos, pero la satisfacción que vi en sus rostros me dijeron que habia dado en el clavo para algo sencillo, rico y diferente. Al llegar nos recibió un joven con una gran sonrisa. Otro nos acomodó una 2da mesa para que estuvieramos más cómodos. Una joven muy agraciada inicio con la atencion aunque luego fue relevada. Las experiencias personales comenzaron con los guantes y el delantal para ponernos. El Lousiana bowl para 2, alcanzó para tres. Lo degustaron con gusto (ja, ja). Lo amaron. Pidieron sin picante y fue lo mejor en nuestro caso. Las mazorcas exquisitas. Se sumó un Yambalaya para 2 también. Parece rissoto. Un poco subido de sal, pero tampoco fue exagerado. Se podia comer. Pedimos pan y nos llegó un baguette pequeño. Pedimos, una 2da orden para disfrutar la salsa del bowl pero ese llegó quemado y demoró. Igual lo comimos pero un poco decepcionados. No lo cobraron al final pero no es la idea. Yo pedí unas alitas honey, algo pasó y no llegaron con el pedido. La nueva mesera pidió a la cocina pero demoraron y cuando llegaron no fueron honey. El rum&coke mio estuvo rico. La limonada de coco y las amapolas fueron un éxito. Terminamos con capucchinos y cheese cake. Este estuvo muy bueno, sus sabores parecian de casa. En fin, las porciones generosas te permiten compartir y comer buena ración de todo. El lugar y ambientacion con música de salsa a buen nivel, sin exageración complementó la experiencia. La entrada, un poco olvidada por estar el local al lado vacio les resta a la imagen, pero despues de sentarte, todo se olvida.
Me encanta el lugar. La atención es muy especial, de todos. Siempre me toca el joven Michaell, y observo que se esmera en brindar una atención A+.
De la comida repito las Glasgow Ronin- alitas son una delicia. El cottage pie de puré y carne molida es delicioso. El stout mac & cheese es enorme y alcanza para dos. Super recomendado. El whisky sour special, ufff es una ricura. Claro que es un lugar para repetir y repetir.
El Mesón del Prado
Empiezo con la palabra usada por la mayoría, una clásica cafetería. Tenia mucho tiempo sin visitarlos y encontré que cambiaron los precios drásticamente para arriba. El bistec con papas, se pasaron con el precios vs calidad. Mantiene el buen sabor de siempre, pero muy dura la carne. Las papas de paquete. Ensalada de lechuga y tomate. Tradicional. El sancocho viene sin arroz, siempre puedes pedirlo a $3.75 adicionales. Remodelaron el lugar, pero no tiene materiales que disminuyan el ruido. Servicio un poco subjetivo. Las personas de siempre.
Porky Lobster (Causeway)
Llevé a 3 invitados. Tenía mis aprehensiones por ser nueva experiencia para todos, pero la satisfacción que vi en sus rostros me dijeron que habia dado en el clavo para algo sencillo, rico y diferente. Al llegar nos recibió un joven con una gran sonrisa. Otro nos acomodó una 2da mesa para que estuvieramos más cómodos. Una joven muy agraciada inicio con la atencion aunque luego fue relevada. Las experiencias personales comenzaron con los guantes y el delantal para ponernos. El Lousiana bowl para 2, alcanzó para tres. Lo degustaron con gusto (ja, ja). Lo amaron. Pidieron sin picante y fue lo mejor en nuestro caso. Las mazorcas exquisitas. Se sumó un Yambalaya para 2 también. Parece rissoto. Un poco subido de sal, pero tampoco fue exagerado. Se podia comer. Pedimos pan y nos llegó un baguette pequeño. Pedimos, una 2da orden para disfrutar la salsa del bowl pero ese llegó quemado y demoró. Igual lo comimos pero un poco decepcionados. No lo cobraron al final pero no es la idea. Yo pedí unas alitas honey, algo pasó y no llegaron con el pedido. La nueva mesera pidió a la cocina pero demoraron y cuando llegaron no fueron honey. El rum&coke mio estuvo rico. La limonada de coco y las amapolas fueron un éxito. Terminamos con capucchinos y cheese cake. Este estuvo muy bueno, sus sabores parecian de casa. En fin, las porciones generosas te permiten compartir y comer buena ración de todo. El lugar y ambientacion con música de salsa a buen nivel, sin exageración complementó la experiencia. La entrada, un poco olvidada por estar el local al lado vacio les resta a la imagen, pero despues de sentarte, todo se olvida.
The Wallace
Me encanta el lugar. La atención es muy especial, de todos. Siempre me toca el joven Michaell, y observo que se esmera en brindar una atención A+. De la comida repito las Glasgow Ronin- alitas son una delicia. El cottage pie de puré y carne molida es delicioso. El stout mac & cheese es enorme y alcanza para dos. Super recomendado. El whisky sour special, ufff es una ricura. Claro que es un lugar para repetir y repetir.