Uno de esos lugares, que el hype del lugar antecede a su comida y atención, considero que muy elevado para el nivel culinario que ofrecen, muchos opciones a menor costo, ofreciendo la misma o mejor expresión de la cocina japonesa, el local y ambiente tiene su muy único toque.

Excelente joya escondida en obarrio, la atención espectacular, el ambiente acogedor, la comida muy tradicional, balanceada, la selección de licores extensa, hasta para los gustos exigentes.

Una pizzeria pintoresca, nada fuera de lo extraordinario, la comida muy balanceada, las pizzas no te equivocas, es el sabor que estas esperando, los tragos a buen precio.

Teníamos buenas expectativas con este restaurante, ya que se encuentra en uno de los Hoteles mas emblemáticos del casco, LA COMPAÑIA, pero este restaurante me dejo mucho que desear, empezando por el tiempo de la comida, se demoro una eternidad, al llegar la misma era mas Menu que presentación y sabor, un sabor mexicano, comparable a unos tacos en la playa con amigos de la adolescencia. Por unos tacos de $16, esperaríamos mas que un mix de carne y queso en un plato con otro dónde venían tres tortillas de harina que seguro vieron mejores presentaciones. La atención no podemos quejarnos, los muchachos tratan de hacer lo humanamente posible con tan poca ayuda con la que cuentan, para tener mesas adentro y afuera.

Tenia mas expectativas de este restaurante, desde que llegamos sentimos que no estaban preparados, “metidos en la pelicula” de ser un restaurante unico, la atención fue buena, mas no supieron guiarnos de la manera que deberias con un tipo de menú completamente nuevo, pedimos ciertas cosas que no tenian, incluyendo el postre insignia de la gastronomía que tratan de vender al publico, de lo que probamos nada fue memorable ni repetible…

La vibra de este restaurante es comparable con una noche de verano entre amigos o familia, la comida buena, buenas porciones, el staff siempre esta para ayudarte, su terraza en un día fresco es recomendada para esos grupos que su dinámica se encuentra en comer, conversar y seguir comiendo….

El lugar tiene su concepto propio y único, desde que entras te transportas a la CUBA de ensueño que enamoro a Hemingway y demás celebridades del pasado, la comida muy balanceada, el arroz frito de pato es un MUST, los cocteles de autor valen la pena probar el GUAJIRO, pocos lugares te insitan a quedarte disfrutando después de la comida, este es uno de ellos…

Una joya escondida en Obarrio, tienen que probar, desde que entras te transportas a su encanto, una época donde lo mas importante es la atención, los detalles y comida con carácter, excelentes porciones, el ambiente muy acogedor y la atención increíble !!!…. la atención de Rodney fue impecable; un restaurante para repetir.

Desde que entras la vibra de este restaurante es complicada, trata de dar un ambiente y demuestra otro, en el tema de la opción culinaria, la comida está bastante bien, mas no repetible, al momento de redactar la reseña no se me viene a la mente ningún plato memorable.

Sin duda una de las mejores opciones de comida italiana con su propia personalidad, desde que entras la atención es impecable, la comida, la presentación de los tragos es perfecta y la parte mas importante, sus platos son una experiencia que necesitas tener para luego poder opinar sobre este mundo culinario, un MUST en nuestra ciudad, para la ocasión que sea, inclusive en familia, la pequeña de mi casa lo adora… Probar la coctelería de autor y en las entradas, no te vayas sin pedir las bolitas de cordero. En resumidas, no hay nada del menu en que te puedas equivocar.