El ambiente 10/10, la atención del señor José Luis 1000/10, hasta nos sentíamos raros del extraordinario servicio del señor. El Pargo rojo, estaba D E L IC I O S O y enorme. Papas spicy con parmesano, fueron una decepción, sólo eran papas con paprika dulce, cero picantes y estaban demasiado doradas. El ceviche muy rico. Las almejas, estaban un poco simple.

la comida estaba bien, pero el aire acondicionado apagado o no se sentía lo cual hizo poco agradable la experiencia

a pesar de que llegamos media hora antes de que cerraran la atención fue muy buena y la comida deliciosa

El lugar es hermoso, romántico, perfecto para tomarte fotos, pero la terraza es un horno. La comida y los tragos están ok, pero un poco caro

Los postres sencillamente son un punto y aparte, cada vez que vengo como rápido pensando en el momento del postre.

Muy buenos los quesatacos y la porción perfecta para compartir. La horchata la había probado en otro lugar y no me había gustado, la de ellos me encantó.

La Corvina riquísima! Pero la atención fatal, el plato traía 2 guarniciones y preguntamos si podíamos cambiar el puré por doble porción de vegetales y nos dijeron que si pero cuando sirvieron nos pusieron el puré, hicimos el reclamo y quitaron el puré pero no agregaron la.otra porción de vegetales. Luego pedimos postre, para celebrar el cumpleaños de uno de mis acompañantes... Después de media hora esperando el postre (helado que era lo único que tenían) tuvimos que pedir la cuenta sin cantar el cumple.

La ambientación es perfecta para una cena tranquila en pareja , la atención tiene oportunidad de mejora, fue bastante lenta, comida agradable.

Excelente opción de comida criolla tradicional sin costos de comida gourmet. El lugar super ambientado, con detalles especiales en cada rincón.

No es el restaurante más bonito pero si el que tiene la mejor sazón asiática. El puerco bambú con arroz blanco, es otra cosa y ni hablar de su picante casero, simplemente ÚNICO