Ok aquí tengo sentimientos encontrados, no es la primera vez que voy, en realidad creo que tengo cierta regularidad, traté de reservar para 8 personas dos días antes pero me escribían mensajes la persona de mercadeo solo publicitarios nada claro en la reserva. Creo que lo ideal era que me digan que estaban full, pero no hubo respuesta. Terminamos en la parte del bar a pesar que fui en horas de la tarde a reservar nuevamente, porque reservé en degusta para 6 para las 8:00 pero ni a esa hora hubo mesa. Dejando esto de lado la comida es muy buena, un pub estilo Manhattan según yo y según varias personas que estaban en otras mesas que escuchamos, con un ambiente ligeramente oscuro, pero muy agradable. Las alitas son brutales las Whysky Wings son mis favoritas, y la coctelería genial, el bar tender muy amable y hecho pulpo por la cantidad de órdenes que tenía. La hamburguesa del burger week estaba demasiado buena, y los fish and chips crocantes, bien especiadas en fritura profunda perfecta. los tragos mundiales demasiado buenos todos.

Simplemente magistral! una selección de pizzas increíble, y si son tan buenas que eventualmente encontrarán una cola para poder entrar, nada que no se pueda esperar, puesto que no solo vale la pena, sino que vale la alegría. mi recomendación son la Capprichosa recomendada por mi instructora, y ahora buena amiga mía con esta recomendación, y la pizza de Mortadela de pistacho simplemente espectacular. tienen diferentes bebidas propias de Italia, y el ambiente es muy agradable, muy en la vena de las pizzerías de Nápoles, simplemente una elección genial!

Azotea by Jorge Rausch, demasiado especial, desde el momento que subes por su pequeño elevador sabes que tendrás una sorpresa agradable, al encontrarte con diferentes ambientes con varias alturas, con vistas fascinantes, de la ciudad, el uso de la luz ha sido trabajado por su diseñador de una forma muy bien lograda, haciendo que los espacios a pesar de todo den cierta intimidad a tu grupo de invitados. La comida es una fusión entre comida latinoamericana especialmente colombiana elevada al grado Gourmet, hecha de manera magistral, pues convertir unos sencillos buñuelos en una obra de arte al agregarle atún fresco aderezado con un aceite ligeramente picante, especies orientales y otros secretos hacen que toda la carta sea un must y una buena opción para regresar. probé también la hamburguesa, con papas fritas trufadas, y la sorpresa fue el reemplazo del tradicional Ketchup, por una salsa de betabel reducida hasta lograr la consistencia perfecta, ligeramente dulce y ligeramente fresca. Una maravilla. el postre no se queda atrás, pedí una tarta de chocolate magnífica, aunque cometí un error junto la tarta habían unos corazones con helado hecho al momento de chocolate, que debí mezclar con la tarta y no comerla por separado, puesto que la tarta es un poco más seca, pero como recomendación pruébenla en conjunto, se llevarán una sorpresa.

El ambiente es bastante agradable, si había música en vivo pero en mi caso estuvo agradable, no estuvo tan alto, pues mi mesa pudo mantener una buena comunicación, pedimos de entrada la burrata con foccacia que estuvo bastante agradable. En mi caso pedí el rissoto al fungi, que estuvo al punto, excelente sabor, el salmón estuvo cocido de forma perfecta, la piel crujiente y por dentro perfecto de sabor. otros integrantes de la mesa saborearon pasta con camarones y con langostinos que tuvo excelentes comentarios.

Pedimos una parrillada para dos personas, las porciones son bastante generosas y el término fue exacto al solicitado, la atención es amable, el ambiente del lugar simula aquellos lugares antiguos donde se iba a almorzar los domingos en familias, y no hay mucha renovación, creo que es de alguna manera lo que intentan conservar, para mantener la tradición de antaño en un ambiente marcado por la Argentina de los años 50 y 60, cuadros con la imagen de Gardel y muebles muy antiguos son la pauta. El postre sí fue algo magnífico el nombre es Martín Fierro es una tarta helada y tiene un toque de Café, Galleta y crema, muy recomendada

Una cena fuera de serie, he estado ya en algunas ocasiones, y la verdad en todas las experiencias solo puedo comentar cosas positivas. Las empanadas de ropa vieja geniales, la textura de la masa es delicada pero a la vez con crocancia, super bien logradas, el ceviche de porbelly fabuloso, solo ojo y cuidado con el picante de chiles que viene junto, en mi caso particular no soy amante del chile y según la experiencia de los otros invitados es picante y me refiero a muy picante, pero en su experiencia sabrosisima, pedimos el ribeye que estuvo brutal, pero el Pork Belly en salsa tropical fuera de serie, las costillas en salsa agridulce estuvieron muy suaves, las bebidas lychee martini, gintonics etc todos tienen un twist usando ciertos elementos que hacen causan una agradable sensación. Así que si algún momento quieren probar una cena agradable de viernes en un ambiente con un fondo de música de los 80 con earth wind and fire, este es el lugar. saludos !

Siempre es bueno regresar a Kahlo, el ambiente del lugar es especial, muy agradable, el servicio es extremadamente amable y cordial, los platos son una fusión entre el sabor asiático con influencia panameña, la mezcla de sabores es genial y bien lograda.

Si un día saliendo de la oficina te entran ganas de unas alitas, pues la opción es aquí. Acompañados con apio y zanahorias (la crocancia monumental, nos dieron el secreto, pero me matan si lo digo) todo muy fresco con una salsa tártara con un sazón muy particular (delicioso) Es un lugar fantástico para un after office, una conversa amena con amigos, recomiendo reservar de jueves a sábado porque el espacio no es tan grande, lo que permite aún así cierta intimidad y la posibilidad de echar una buena conversa.

El sabor peruano nunca falla, es una buena opción para disfrutar los sabores del Perú, en mi caso pedí un tiradito tricolor, mucho sabor en sus elementos, como son el ají, tomate de árbol tatemado, y limón. los patacones llenos de camarones, bastante buenos, preferiría que reduzcan un poco la cantidad de salsa porque quitaron crocancia al patacon, pero estuvo muy bien. La parihuela fue mi plato principal, simplemente fuera de serie. Por mi reserva con degusta recibí una Heineken silver, súper helada, brutal!

mal mal mal... aplique a los beneficios Mastercard, la joven mesera que me recibió me indicó que por hoy tenían descuentos, -no los beneficios-, al pagar la cuenta hubo cambio de turno y nadie quiso hacerse cargo de lo que me indicó la primera joven, pedí una sopa de cebolla gratinada no tenía sal, el osobuco con una reducción de vino, estuvo ok, no lo repetiría, pero igual con esta experiencia es la última vez que le tienen aquí.