Fuimos ayer (lunes) alrededor de las 7:00 p.m., no había clientes. Mi pareja pidió una hamburguesa Republik y yo Pepito, luego de la mesera tomar el pedido, como 5 minutos después llegó a la mesa a comunicar que no tenían Pepito para ofrecer, solicitè una hamburguesa también. A pesar que no nos preguntaron el termino de la carne, la trajeron semi-cruda, pero tenia partes (exterior) que sabían a quemado. Recomiendo que traten de corregir este punto porque amarga el sabor de la hamburguesa. Las papitas que me acompañan estaban ricas, así que considero el precio-calidad no van de la mano. Mi esposo al preguntar a la cajera las promociones del lugar, la misma no sabía y esta al preguntarle a otro muchacho este se limitó a contestar: "las promociones están ahí". Correctamente estaban escritas en un tablero en la entrada del local, pero esa no es la manera correcta de responder.

La calidad de la comida es deliciosa, solo que esperábamos un poco más (cantidad), por lo que pedimos que fue Parrillada. Los postres están deliciosos (banana foster y smores), tienen una rica versión del banana foster. Los mojitos están delightful, al igual que la frozen margarita de maracuyá, me encantó. En la azotea se pasa un rato relajante por su vista y la brisa constante, el atardecer se puede apreciar, y luego la vista de la ciudad moderna. Este lugar es una versión diferente a los restaurant-lounge a los que estamos acostumbrados, simplemente me encantó!.

La comida deliciosa como siempre, el servicio excelente, el mesero (David) siempre atento.

La comida estuvo excelente, la combinación de los ingredientes en los rollos es delicada y exquisita, en lo que a postre se refiere, tienen buena selección en la carta, pero no tenían cuando lo solicitamos, deben estar al pendiente de esto. El único "pero" es el servicio higiénico, muy estrecho, y es para hombre y mujer, de mal gusto para una mujer entrar a este porque tiene el orinal en frente de la tasa.

La relación precio calidad no me pareció apropiada. Pedimos Sangría que si estaba buena, de entrada fueron arañitas y patacones rellenos que estaban buenos, pero la paella mixta no calificó como buena, deben mejorar la receta. Tiene buen ambiente, y lo mejor es cuando llega nuestra leyenda panameña del boxeo a la mesa e interactua con sus comensales.

Las pizzas se piden por el numero no por el nombre, lo cual nos vascilo. La relación precio/calidad van de la mano, la atención estuvo bien. Considero que deben mejorar la decoración, hacerla más italiana, algo así como entrar a una bodega italiana o a un patio interno italiano. Lo único que me pareció de mal agrado fue que al salir del restaurante, el olor de la comida no se me quitó hasta llegar a mi casa a bañarme.

Fuimos un grupo de 4 personas, y la verdad que todo estuvo divino!, desde que nos ubicaron en la mesa, aunque fue compartida la pasamos bien. Los colaboradores nos atendieron bien, desde la chica en recepción, el mesero y el cocinero. Pedimos 2 Strawberry Delight, un mojito, un café, que nos lo sirvieron a tiempo, el único pero que vi es que deben sugerirle al mesero que los vasos no se agarran por la boca sino por abajo, de ahí todo lo demás estuvo bien. La comida deliciosa, y los postres, mmmm ricos!, algo caro pero lo vale, y en conjunto con el ambiente, se pasa muy bien. Volveremos.

Es un rinconcito sencillo, pero acogedor y sobre todo su atención es excelente. Si recomiendo que mejoren el menu pues le falta variedad. La relación precio/calidad está acorde.

Fuimos a ver el juego de Panamá vs. USA y a pesar que estaba lleno la atención, la comida y el ambiente estuvo excelente, los felicito!!. Donde se encuentra buena atención y buena comida el ambiente se hace ameno. Esto denota el buen trabajo en equipo que hay en este lugar.