La frescura de sus platos y salsas siempre harán que regrese. El restaurante brinda una pequeña entrada, quizás sea un punto que debe el camarero indicar al cliente previo a pedir los platos. En mi primera experiencia no lo sabía y ya había pedido unos nachos como entrada, lo cual hizo que pidiéramos comida demás; pero todo muy delicioso.

Un lugar bastante tranquilo y agradable. El joven que nos atendió, bastante conocedor de los platos, fue de mucha ayuda. Si es tu primera vez, te recomiendo pedir de entrada el ceviche de entraña.

Lugar con buen ambiente, buena comida y bebidas. Mi entrada favorita es el ceviche de róbalo. Les recomiendo primero, visitar el lugar de día para darse un tour por los alrededores y encontrar el museo interno del Hotel abierto, luego, visitarlo de noche para tener buena vista de la luna.