Tenia mucha curiosidad de ir a este restaurante clasico de Panama. Debo reconocer que estaba muy esperanzada de llevarme a casa un recuerdo inolvidable.... No voy a negar que la comida estuvo buena, pero creo que mis expectativas eras demasiado altas. Lo primero que me impresiono fue la decoracion, fue como haber hecho un viaje a traves del tunel del tiempo hacia circa 1985 La atencion fue INMEJORABLE, comparada a la atencion de jovencitos inexpertos en los nuevos restaurantes, no dejo nada que desear. La comida fue blah, para lo que pagamos. El vino tinto que pedimos estaba caliente (muy caliente). El bisque de langosta fue una crema de tomate con ligero sabor a langosta. las arañitas estaban bien, nada especial. Los calamares rellenos estaban rellenos de una melcocha de diferentes mariscos demasiado salados. Lamentablemente para nosotros lo mejor del almuerzo fue el capuccino que pedimos al final. Ya sacie mi curiosidad del restaurante, ya puedo decir que lo probe y puedo asegurar que no voy a a regresar.

Fuimos a este restaurante sin reservacion (error). Pero igual nos acomodaron en una mesita con la condicion de cenar en menos de 1 hora y media, lo cual accedimos sin dudarlo. El ambiente es fantastico! El menu es amplio para todos los gustos. Trato de pedir sopa de cebolla francesa en todo restaurante que voy, esta es la mejor de Panama probablemente. Ese dia queriamos ordenar algo de pescado, pero se les habia acabado, gran decepcion! Pedimos carne, el termino que ordene estaba hecho a la perfeccion. Quiero regresar, pero debo organizarme para hacer reservacion con tiempo.

Tenia muchos deseos de conocer el restaurante ya que queria darle apoyo al chef porque es un viejo conocido, pero siempre que sugeria a mis amistades para ir alla, me decian que ellos habian escuchado malas referencias de este restaurante ("que para lo que te sirven esta demasiado caro"...) Decidi que no me importaba lo que pensaran, y fui de todas maneras con otra persona libre de prejuicios infundados con este restaurante. Al entrar, quede enamorada de la decoracion. Tienen un cuartito privado adorable. Buena seleccion de vinos. Ordene sopa de cebolla, he tenido mejores. Probamos el queso blanco al cafe, viene con unas delgadisimas rebanadas de tortilla de maiz. Es algo parecido a un desayuno tipico panameño: cafe con un quesito blanco dentro y tortilla de maiz frita. Pedi un steak bearnaise. La bearnaise le queda muy bien, no a todo el mundo le queda bien. Y mi compañera pidio fetuccinne con mariscos, sabor muy delicado. A pesar de estar llenisimas por las entradas y plato fuerte, nos lo acabamos todito, por no desperdiciar tan buena comida. No puedo esperar a regresar otra vez.

Me encanta este restaurante por su comida. La verdad es que me aguanto el mal servicio porque su comida es buena. Pero debo reconocer que ultimamente ha mejorado mucho, asumo que porque han prestado atencion a las malas reseñas que les han hecho referente al servicio. El ceviche frito esta espectacular cada vez que lo ordenamos, el filete de pescado con salsa de mariscos esta para morirse (no importa que tan grande sea el plato siempre me lo acabo todito) y los anticuchos ni hablar. La verdad es que solo vamos por la comida, no me importa ni el ambiente ni el mal servicio. Casi puedo asegurar que vale la pena pasar por todas estas penurias por tan rica comida.