Servicio extraordinario, atención en mesa con esmero y constancia sin igual. Calidad de comida se mantiene en alto nivel. Burrata, pastas, risotti, postres fueron las escogencias; todos platos recomendables. Fuimos con niña pequeña y se sintió a gusto. De las mejores experiencias en trato y alimentación. Bravissimí!!

Buena opción para familia. Porciones generosas. Entradas buenas, Vitel Tonnè muy bueno, plato no fácil de encontrar en menús pero bien realizado. De plato fuerte la pasta alla Strega de mucha sustancia y complejidad. Encontramos todas las pastas con demasiada salsa. Tiramisu no impresionó.

Buen ambiente, vista de la bahía, servicio apto. Comida muy buena, expectativa alcanzada. No pudieron entregarme factura fiscal, se comprometieron a enviarla por correo pero todavía no la he recibido

Gastronomía excepcional, manchada por servicio lento (2.5 horas!) y una acústica donde te incita a gritar para hacerse escuchar. El techo bajo puede ser la causa del problema. Entrada el tartar de atún, fuera de serie con textura, frescura y sabor memorable. Pechuga de pollo, plato sencillo comparado con los otros, rendido celebre por un puré de papas ahumado. El pollo paso a segundo plan por lo espectacular de la guarnición. El postre bien, aunque ya cansados por la larga espera ... Regresaré por la curiosidad de ir esta vez de día para ensayar otros platos y verificar si el servicio y ruido han mejorado de esta primera visita en su nuevo local. Puse pulgar arriba para darles el beneficio de la duda, la promesa de gran cocina es mayor al agravio del ambiente y servicio (que deben mejorarlo!)

Entrada de yuca frita con 2 salsas muy agradable, casi adictiva. Grado de fritura no muy pesado. Bueno para compartir. Tartare de atun, kibbe, buenos. Como plato fuerte, la carne nacional estuvo aceptable, la cocción fue mas cruda de lo que pedí, pero de buen sabor. Postre solo les había quedado una especie de mousse con galletas maría, no sonaba tan apetecible pero una vez probado, queda registrado para querer repetirlo. Servicio regular, tuvimos que interpelar otros meseros que llenaron las lagunas del primero. Entre todos el servicio lo califico entre regular y bueno, premio el esfuerzo de los otros que subentraron.

Ambiente acogedor, informal. Arquitectura del lugar curiosa, agradable. Entrada el dip de espinaca (o alcachofas?) muy recomendable, liviana y delicada. Repetible. Plato fuerte el baby beef, suave, cocido como ordenado, excelente textura y sabor. Para finalizar el cheesecake con crema de maracuyá (compartido entre comensales) aceptable, no es mi fruta favorita pero los demás ni la crema dejaron. Quiero regresar para probar el brisket que hablan bien de el, repetiré el dip. No tomamos licor, así que no podemos opinar sobre el bar, pero una exposición de botellas de whisky llaman la atención.

Clasico del buen comer. Fuimos 3 parejas, una habituè eso incrementa la experiencia. Buen vino italiano (Ruffino), blanco buena propuesta valor (costo/calidad). Entradas albondigas superlativas y varios pescados y mariscos, excelentes. Corvina a la plancha para los dieteticos muy buena, el atun a la bilbaina buenisimo, a pesar de ser de noche no quitó el sueño. Postres 4 leches y flan, agradables. Siempre tranquiliza un local donde los dueños celosamente custodian el salon y la calidad. No hay substituto para restauradores celosos del renombre bien ganado. Es un top of mind, para amigos y asociados de negocios. Familia Martinez Acha, chapeau!

Ambiente refinado, agradable. Ocupamos la mesa en salon semiprivado, sensacion de estar en comedor de casa. Pan para picar combinacion entre crocante y suave, diferente aunque normal. Entradas berenjenas liviana y bien preparada, delicada. Pareja pidio lengua, nada espectacular con atenunante que la lengua no es un plato facil de preparar. Risotto ai funghi de la pareja bueno, entre los mejores probados en Panama. Pasta al cartoccio no fue buena esperiencia, porcion pequeña y la mayoria se quedaron pegados al aluminio. Postre fue un tiramisu compartido, servido en copa y agradable. El show se lo robo el vino blanco, siciliano (Fiano?) y abboccato. Gusto a toda la mesa. Servicio muy bueno, pendiente a toda necesidad. Regresaremos porque pensamos que podemos hacer subir las estrellas de Comida a 4 o hasta 5, tiene todo el potencial para alcanzarlo.

Sorpresa agradable, nos esperábamos menos. Salón cerrado con aire algo estrecho, muy ruidoso. Entradas: Suppli de riso, típico plato romano, muy bueno. Pasta al pesto y saltimbocca alla romana con buen sabor de albahaca fresco el primero, el segundo con salsa al vino interesante, pero variación de la receta clásica. Vegetales alla plancha buen acompañamiento para los platos fuertes. Postres abundantes con el mixto (mucho chocolate!) y nos dieron el tiramisu porque se les acabo la crostata. Buenos todos. Solo fallaron con haberseles acabado el limoncello. Servicio inicio impecable en atención, hacia el final decayó algo por demora. Regresaremos a probar otros platos, esta en nuestra lista de restaurantes italianos recomendables, albeit cariñoso ...

Servicio pésimo, camareros perdidos mas una maitre colombiana atenta al desastre de los otros. Bandeja de quesos franceses mediocre, carpaccio de res sobrecargado de nueces y cazuela de hongos discreto, pero fondo de tomate y cebolla morada que tienen que ver con funghi selvaticos y trufas? Mesas muy pequñas para las bases (llevar rodilleras) sillas incomodas mala acústica. Tachado de mi lista.