Fui un 26 de diciembre a cenar con mi novia. la atencion fui bastante regular y la comida tambien. El servicio fue un poco lento se demoraron 30 minutos en traerme el plato de comida, pero eso no fue lo que disgusto. Lo que en realidad me disgusto fue el supervisor encargado que se la pasaba gritando a sus empleados como si fueran esclavos y todo el restaurante se tuvo que dar cuenta de las barrabasadas que decia ya que precisamente no usaba el mejor lenguaje. Al final el mesero me pidio disculpas de la evidente situacion que se estaba notando. Es la primera vez que voy a este restaurante y no pretendo volver por lo menos a esa sucursal. La sucursal era la de obarrio.