Una vez ingresamos percibimos el aroma fuerte de carne roja fresca no degradable particular de una carniceria. Apenas mi esposo y yo nos decidimos la mesa que deseábamos, nos atendieron de una vez y se mantuvieron pendiente de nuestro pedido. La decoración de los platos poco ostentosa pero todo se veía apetitoso. Fue una explosión de sabores desde el primer bocado, lo cual quedará en nuestra memoria gustativa siempre. No va a ser la última vez que los visitemos. Clientes satisfechos ♡.

Con un ambiente caribeño, temperatura de aire acondicionado agradable, luz tenue, De Palo pa Rumba es una de las mejores opciones de Panamá para salir a a comer en familia, pareja o sola. La música, en volumen medio, perfecto para hablar y escuchar a las demás personas, te transporta a Cuba sin escala, de igual forma, si deseas escuchar alguna canción en particular, puedes solicitarlo. Desde la llegada, los saloneros estuvieron 100% a nuestra disposición, conocian cada una de las elaboraciones del menú a la perfeccion, fueron ágiles y acertados en sus recomendaciones, realizaron el servicio del vino como debe ser, presentando la botella, comentando algo sobre el mismo, ofreciéndole a catar al que pidió el vino antes de servirles a todos los que estabamos, el vino estaba a la temperatura adecuada, y agua en todo momento desde que llegamos. Recomiendo el palo pa rumba, su plato insignia de la casa, rabo encendido de res, con una salsa deliciosa que tenía vino, junto con un arroz moro, con frijoles negros, y yuca al moho. Se debe tener buen estómago e ir con espacio suficiente para comerse todo, las porciones son bastante generosas y maridaban a la perfección con el Cabernet Sauvignon Reserva Argentino 2015 de la casa Tocornal que sugirieron. Calidad/ Porción vs Precio, excelente. Regresaré a degustar su comida muy pronto. Clienta Satisfecha.

En un ambiente acogedor y antiguo, me hizo sentir en los años 70' en Panamá. La luz tenue hacía del momento más romantico e íntimo junto a pareja. En primer lugar, la atención fue excelente y rápida, los bartenders estuvieron 100% al pendiente de cómo estabamos pasando qué tal estaban nuestros tragos. Nos sentamos en la barra, ofrecieron a degustar los dos tipos de rones de la casa. El Ron Pedro Mandinga, es una exquisitez, ron bastante joven, el especiado fue de mayor agrado para nosotros, con notas de canela, aniz y cardamomo que se podian sentir tanto en la parte olfativa como en la degustativa. Es un manjar para degustar en pareja. De igual forma ordenamos unas entradas que iban de la mano con el ron. Excelente menú. Salimos contentos, de seguro regresaremos por más ron y más comida.

Lugar perfecto para pasar una tarde con alguien especial, ambiente acogedor y hogareño muy lindo. Tiene un café muy rico. Recomiendo los banana waffles con dulce de leche y crema chantilly , delicioso para los amantes de lo dulce en la mañana. Mi nuevo lugar favorito.

En un ambiente agradable con luz tenue y  volumen de música perfecto para poder charlar con tus amistades, Pastabar nos dejó a mi y a mis amigas enamoradas. Como la cocina está a la vista, se hace notar la calidad de trabajo de los cocineros, todo limpio e irradiando aromas espectaculares que estimulan el apetito. Las pastas al dente, sus salsas Bisque y pomodoro deliciosas con un nivel de acidez agradable al paladar, mariscos limpios y frescos, pizzas  crujientes con buen sabor, y porciones generosas. Recomiendo Tagliattele Gamberi,  Fruti di mare,  Pizza de Prosciutto con Mozarella y Rúcula, y para finalizar, Pizza de Nutella. Los jugos de frutas naturales deliciosos, recomiendo  fresa y maracuyá. El único detalle negativo fue que al llegar, me senté, y uno de los saloneros que inició a atenderme, me consultó que si deseaba agua, le dije que sí y le indiqué que estaba esperando a  2 amigas, por ende podía llevarse uno de los tapetes/menú, como no  me respondió, solo retiro los tapetes y dejó el mio, le dije nuevamente que eramos 3, para que colocara los tapetes que quitó, y de forma tajante me dice que estaba ocupado y que sí me había escuchado, que ahora colocaría los manteles que hacian falta. Esto me dejó impresionada y fue de muy mal gusto para mi. Cuando regresó a colocar los tapetes/ menú que hacían falta, todo lo hizo acelerado lo cual me incomodó un poco. Una vez llegaron mis amigas, por suerte, una salonera inició a atendernos. Todo lo contrario, una joven agradable, paciente, respetuosa, conocedora del menú, una vez los finalizados los platillos  nos consultó si  había sido de nuestro agrado e incluso nos tomó unas fotos. El buen servicio depende no solo de que un platillo esté delicioso sino tambien de  cómo el cliente se siente desde su entrada al restaurante.. para así ganar un cliente frecuente. ¡De seguro regresaré! ❤

En un ambiente agradable con hermosa decoración, desde el ingreso al restaurante, buena Atención al cliente. La comida vs. precio, está bien para la calidad de comida, con sabores deliciosos y diferentes, al igual que el maridaje que sugieren. Lo que más me gustó fue que nos informaron que la cocina no cierra hasta que el último comensal se retire, es el único restaurante en casco que lo hace y está perfecto para las personas que salen tarde del trabajo, comer y tomar tarde. El único detalle negativo es que como la cocina está abierta al público, logré observar que no utilizan gorro de cocina y considero que es algo inseguro. Teniendo en cuenta que por la vista inicia todo, me sentí un poco incomoda y nerviosa solo por ese detalle apesar del buen servicio... Ojo con eso. De igual forma, estuve muy pendiente a mi comida y no observé nada fuera lugar. Me atrevería a darles una segunda oportunidad.

Volúmen de música agradable, perfecto para pasar con amigos, buen ambiente tematico con rápida y agradable atención, agua para cada uno apenas llegamos, asientos cómodos, carta de comida y cervezas reducida... Porción vs Calidad, excelente, sin embargo Porción vs. Precio, considero que podrian añadir más de 3 tacos por esos 10$, de igual forma el sabor estaba muy bien. Recomiendo los tacos a la cochinita pibil, y la neta, al igual que el guacamole con totopos y shot de mezcal.

Uno de los mejores restaurantes de comida libanesa al que he asistido. Estuve en uno de los reservados para el cumpleaño de mi padre y la atención fue excelente. El vino con su respectiva cubeta con hielo para mantenerlo a la temperatura, comida deliciosa y ambiente libanés que te transporta (los reservados con sillones en el suelo, super cómodo). Solo cabe sugerir que las mesas sean un poco más grandes para la Mesa Libanesa Al Bacha y los pedidos grandes ya que queda pequeña.

Buen servicio, exquisita comida en un ambiente tal Medio Oriente. Lo mejor son los reservados para cumpleaños. Recomiendo la mesa libanesa para los nuevos amantes de éste tipo de comida al igual que la limonada rosada, una delicia.

¡Sushi fresco con deliciosas salsas! Lo que mas agradable y divertido es comer frente al sushi bar en donde los cocineros estan elaborando todas las preparaciones en vivo. Precios vs. calidad excelente.