Muy buena comida. Fresca, buenos términos de cocción, sellados, reducciones, crujientes, gran porción. Trato amigable. Precios parecen un poco altos por ser el interior pero es coherente con el sabor y porción. La decoración del restaurante adentro es bastante sencilla, y aunque tiene más el aire de una buena cafetería, es agradable, limpio, con buen aire acondicionado y una buena terraza. En mi último almuerzo en el hotel, se logró colar casi inevitable una moskita cuando abrieron la puerta. Sería lo único que recomendaría vigilar.

Buen sabor y carta variada. El pollo de los nachos no combinaba en cubos, debió ser desmechado. Los bistecs, tortillas, hojaldres y buñuelos del desayuno todos muy buenos. El lugar es agradable e iluminado lugar con esencia de Las Tablas de ayer como los mosaicos antiguos combinado con la comodidad actual y simpáticos acabados de madera. Por mejorar: es recomendable llevar más control de atender en orden de llegada y no atender primero a alguien que llegó al último.

El sabor es regular. Las porciones son grandes. El lugar tiene buen ambiente en general y el personal fue atento. Falta un mejor desempeño en la cocina con las carnes y pollos y evitar el exceso de grasa innecesaria que afecta el sabor.

Un lugar cálido, personal amigable, cocina con mucho sabor. Algunos platos mexicanos e internacionales. Sabrosas y de gran proporción las enchiladas y tacos.

El mejor filete con chimichurri que he comido en mi vida lo acabo de descubrir cenando aquí, en este sitio acogedor y bohemio donde me hospedé en Punta Chame. Con la atención personalizada de su propietaria, te harán sentir a cuerpo de rey o de reina.

El menú es muy reducido pero tienen buen sabor. Chili dog, nachos y hielo loco. Helados y pasteles. Precios muy amigables y una parada estratégica a orillas de la Carretera Interamericana en una plaza que cuenta con otros comercios de primera necesidad y otras mercancías de importancia (medicinas, comida, ropas, electrodomésticos).

Este Oh Toro cocina muy fino. Fue un grato descubrimiento durante mis largas estancias en Santiago. Recomendadísimos la Ensalada Kani, las BentoBox, los Ramen, las entradas de Langostinos y las Gyosas. Además de sus suculentos rollos. Siento que tienen un toque especial, a veces más estilizado que varias sucursales de la capital.

Comida internacional y típica muy variada, cocinada al pedido y con mucho sabor. Cantidad satisfactoria y precios asequibles. Siempre voy con mi familia cuando estamos en la casa de Veraguas. Hemos probado sus pescados, carnes, pollos, hamburguesas, arroz frito, desayunos típicos, sopas. Todo muy bueno.

Un lugar bonito y cálido con terraza con mesas y bancos tipo campestre. Fuimos a desayunar tres colegas. La mayor parte fue satisfactorio; sin embargo el menú de desayuno es muy limitado en opciones de proteína: todo es con huevos o bacon y no se puede pedir algo ligero o un emparedado si no es la hora. La hojaldre es sabrosa y el puerco ahumado aunque tiene toda su capa grasa. Si te gustan los desayunos bien calóricos, este es tu sitio.

Cocina con sazón. Menú muy amplio y variado de todo tipo de comidas. Los arroces fritos son sabrosos y la orden es enorme. Las pastas son muy buenas. Mi favorita es con camarones o langostinos. Sirven una porción más que satisfactoria. Los desayunos típicos son muy buenos. Buena relación en precio, tamaño, calidad. A mis colegas no les gustaron mucho sus respectivas sopas. En ocasión de un viaje anterior sentí sin ningún sabor un filete de corvina a la plancha; sin embargo el pescado frito me gustó. Debes ir con tiempo, no es para una parada de apuros, ya que es un comedor grande y se llena bastante, y dos o tres meseras deben hacer malabares. Su atención es muy esmerada frente al agitado ambiente. Tienen mesas grandes y buen aire acondicionado.