Estando como huéspedes del hotel decidimos cenar y probar el menú que ofrecen todo el día (igualmente probamos el desayuno incluído, sencillo pero muy rico), de entrada ordenamos el zucchini bacon roll que estaba muy bueno; de plato fuerte las yuquitas supreme (una versión muy buena de unos nachos por ejemplo, pero con base de yucas fritas con corte delgado), las alitas acompañadas de yuquitas caracoral que estaban deli y los niños comieron los deditos de pollo también con yuquitas. No nos quedó espacio para el postre así que quedó pendiente probarlos en una próxima visita. El ambiente del hotel es espectacular, con distintos espacios al aire libre para sentarse a la mesa a comer, se pasa demasiado bien en un entorno relajante y acogedor. La atención del personal es excelente, atentos en todo momento. Definitivamente que es un sitio para volver, lo recomiendo.
Excelente lugar para pasar un rato agradable, al aire libre, con ambiente relajante, rodeado de la naturaleza y degustando un café o bebida de las opciones múltiples que tienen y un postre.
Probamos el Cold Brew Kare que estaba muy bueno, capuccino (estaba bien, pero no ha sido de mis cafés favoritos) y malteada de caramelo y chocolate frío para los niños que les gustó mucho; de postre un pie de limón que estaba rico.
Nos gustó mucho la experiencia y la calidad de los productos y la atención, definitivamente regresaremos. Recomendado!
Ante la curiosidad por comida estilo peruano decidimos almorzar en familia en este restaurante. Notamos que tiene concurrencia ante la opción del menú del día que implica precios económicos de comida completa; sin embargo, a la hora de ordenar a la carta los precios no son nada bajos y no tendría mayor problema si la calidad del plato va acorde, pero no fué así… ordenamos un seco de res que estaba insípido, unos deditos de pescado que se notaba era de pescado de baja calidad y unos patacones rellenos de mariscos que tampoco tenían mucho sabor; luego de esto no nos quedó ganas de ordenar nada más! El ambiente básico, no muy acogedor; la atención fué buena aunque la mesera una vez llevó los platos no estuvo muy pendiente por otra necesidad.
El restaurante dista de servir comida estilo peruano auténtica, no lo recomiendo en lo absoluto, no regresaremos.
The Rock es una buena opción para pasar el rato con la familia o amigos, estar en un ambiente relajante y con mucha oportunidad de permanecer en un espacio abierto mientras disfrutas de la comida, una parada agradable si visitas Boquete. La atención es muy buena, el personal es muy cordial y diligente.
En esta primera visita probamos la pechuga de pato en 2 texturas y el ceviche delicia de coco de entradas (este último con un toque algo dulce y distinto para tratarse de un ceviche), ambos bastante buenos; de plato principal probamos el pollo frito con coco que estaba muy bueno y la langosta fresca entera que estaba aceptable, no tan buena como pude imaginarla, aunque el risotto de zapallo compensa con los sabores el plato; los niños probaron el mac&cheese, que siendo un plato sencillo estaba rico.
Hay opciones de postre, pero en esta visita la cortesía de los malvaviscos para asar en la fogata del patio del restaurante nos ganó como opción dulce!
Valdría la pena regresar para probar otros platos, sobre todo carnes a ver que tal.
Recomendado si estás de visita por las tierras altas, definitivamente regresaría.
(Pd: no es tan agradable la cantidad de moscas que aparecen cuando sirven la comida, entiendo que no es responsabilidad directa del restaurante, pero sería favorable encontrar un método para controlarlas).
Conocía este restaurante por la sucursal que estuvo en Bella Vista y que lastimosamente cerró. Aprovechamos un viaje al interior para pasar a almorzar al enterarnos de la sucursal en Aguadulce; a mi esposo le encanta el seco de res que no dudó en ordenarlo y estaba tan delicioso como siempre lo recordaba; pedimos ademas un ceviche frito que estaba muy bueno y un pulpo al grill con yuquitas que estaba buenísimo; para los niños ordenamos deditos de pescado con papas que estaban muy ricos también. El ambiente es un poco lúgubre, quizás influye lo amplio del lugar y la poca iluminación en el día. El personal fué muy atento y diligente en todo momento.
Seguramente se convertirá en nuestro sitio favorito para parar a comer si pasamos de Aguadulce en viajes al interior. Lo recomiendo!
Siendo el restaurante del Hotel Villa Marina (donde nos hospedamos el fin de semana) no podíamos dejar de conocerlo. Sus desayunos son sencillos pero muy ricos (muy bueno el café y además hay opciones de platos típicos panameños, adicional al desayuno estilo americano); le da el toque tener el mar tan cerca, convierte el desayuno en una experiencia relajante. Para la cena la carta no es muy extensa, pero ofrecen opciones de mariscos muy buenas. Probamos el ceviche de corvina, delicioso, se sentía muy fresco y el toque se lo daban los chips de otoe o plátano; probamos la pizza de jamón que ordenamos para los niños, masa delgada muy buena y el filete de pescado al ajillo con patacones estaba bueno también.
En Playa Venao hay opciones para ir a comer, sin embargo con Villa Marina Bistro no sentimos la necesidad de movernos del hotel para degustar buena comida (adicional a las buenas atenciones de su personal). Lo recomiendo!
Sin duda el mejor restaurante de El Valle, el personal es muy amable (aunque pueden “ausentarse” un poco si el lugar se va llenando), el ambiente es relajante, tranquilo y acogedor; probamos de entrada el bisque de corvina, maíz nuevo y curry que estaba delicioso, de plato fuerte probamos los ñoquis de zapallo y el pollo en salsa de tamarindo con arroz verde, el primero mucho mas rico que el segundo y de postre el dulce de manzana crocante con helado de vainilla y caramelo que estaba muy rico también (mis niños degustaron la opción de nuggets con papitas que les gustó mucho). Definitivamente que es un restaurante que no podemos dejar de visitar cada vez que estemos por estos lares, lo recomiendo!! (importante reservar mesa!)
Buena opción de comida internacional (peruana) en Boquete, ubicación conveniente en todo el centro. Ambiente agradable, con opción de ubicarse en mesas en una terracita en la parte posterior lo cual lo convierte en una velada aún mas agradable; el personal es muy atento. Probamos una causa de camarón de entrada la cual no estaba tan buena, tenía una salsa que sabía demasiado a mayonesa y arruinaba el resto de los sabores del plato; de plato fuerte ordenamos el pulpo al ajillo que estaba delicioso e igualmente el arroz chiclayano que no se quedaba atrás; mi hijo comió como plato fuerte la entrada de deditos de pescado que le encantó, tenía un sabor ligeramente dulce que le daba un toque especial. Definitivamente que lo recomiendo y que regresaría!
Buen restaurante y con ubicación conveniente si te encuentras paseando por tierras altas; el lugar es una casa con una decoración sencilla y algo antigua; las raciones de comida son bastantes generosas, probamos el filete a la pimienta que estaba bastante bueno (venía acompañado de unos patacones gigantes que estaban muy ricos) y un calzone personalizado (con carnes y vegetales mixtos) enorme que estaba bueno también. La atención es bastante buena aunque algo demorada si el restaurante está concurrido (que de hecho cuenta con pocas mesas y se llena fácilmente).
Opción en El Valle de comida italiana con pasta fresca hecha en casa que ha sido de mi total agrado. Ordené el spaghetti a la vongole el cual estaba delicioso, lo único malo: ración un poco pequeña - a mí no me molestó, quedé satisfecha, pero el resto de las personas que me acompañaban no se sintieron igual. La salsa de pesto que ordenaron mis amigos con sus platos estaba algo "pesada" al paladar mas no desagradable. La atención del mesero bastante seria y estricta al principio pero conforme avanzó la velada se fue relajando y desapareció la tensión. Es una opción agradable para pasar el rato, comer y tomarse una copa de vino durante un paseo a El Valle, lo recomiendo!
Caracoral Kitchen
Estando como huéspedes del hotel decidimos cenar y probar el menú que ofrecen todo el día (igualmente probamos el desayuno incluído, sencillo pero muy rico), de entrada ordenamos el zucchini bacon roll que estaba muy bueno; de plato fuerte las yuquitas supreme (una versión muy buena de unos nachos por ejemplo, pero con base de yucas fritas con corte delgado), las alitas acompañadas de yuquitas caracoral que estaban deli y los niños comieron los deditos de pollo también con yuquitas. No nos quedó espacio para el postre así que quedó pendiente probarlos en una próxima visita. El ambiente del hotel es espectacular, con distintos espacios al aire libre para sentarse a la mesa a comer, se pasa demasiado bien en un entorno relajante y acogedor. La atención del personal es excelente, atentos en todo momento. Definitivamente que es un sitio para volver, lo recomiendo.
Kare Coffee
Excelente lugar para pasar un rato agradable, al aire libre, con ambiente relajante, rodeado de la naturaleza y degustando un café o bebida de las opciones múltiples que tienen y un postre. Probamos el Cold Brew Kare que estaba muy bueno, capuccino (estaba bien, pero no ha sido de mis cafés favoritos) y malteada de caramelo y chocolate frío para los niños que les gustó mucho; de postre un pie de limón que estaba rico. Nos gustó mucho la experiencia y la calidad de los productos y la atención, definitivamente regresaremos. Recomendado!
El Camino del Inka
Ante la curiosidad por comida estilo peruano decidimos almorzar en familia en este restaurante. Notamos que tiene concurrencia ante la opción del menú del día que implica precios económicos de comida completa; sin embargo, a la hora de ordenar a la carta los precios no son nada bajos y no tendría mayor problema si la calidad del plato va acorde, pero no fué así… ordenamos un seco de res que estaba insípido, unos deditos de pescado que se notaba era de pescado de baja calidad y unos patacones rellenos de mariscos que tampoco tenían mucho sabor; luego de esto no nos quedó ganas de ordenar nada más! El ambiente básico, no muy acogedor; la atención fué buena aunque la mesera una vez llevó los platos no estuvo muy pendiente por otra necesidad. El restaurante dista de servir comida estilo peruano auténtica, no lo recomiendo en lo absoluto, no regresaremos.
The Rock
The Rock es una buena opción para pasar el rato con la familia o amigos, estar en un ambiente relajante y con mucha oportunidad de permanecer en un espacio abierto mientras disfrutas de la comida, una parada agradable si visitas Boquete. La atención es muy buena, el personal es muy cordial y diligente. En esta primera visita probamos la pechuga de pato en 2 texturas y el ceviche delicia de coco de entradas (este último con un toque algo dulce y distinto para tratarse de un ceviche), ambos bastante buenos; de plato principal probamos el pollo frito con coco que estaba muy bueno y la langosta fresca entera que estaba aceptable, no tan buena como pude imaginarla, aunque el risotto de zapallo compensa con los sabores el plato; los niños probaron el mac&cheese, que siendo un plato sencillo estaba rico. Hay opciones de postre, pero en esta visita la cortesía de los malvaviscos para asar en la fogata del patio del restaurante nos ganó como opción dulce! Valdría la pena regresar para probar otros platos, sobre todo carnes a ver que tal. Recomendado si estás de visita por las tierras altas, definitivamente regresaría. (Pd: no es tan agradable la cantidad de moscas que aparecen cuando sirven la comida, entiendo que no es responsabilidad directa del restaurante, pero sería favorable encontrar un método para controlarlas).
Inkas (Aguadulce)
Conocía este restaurante por la sucursal que estuvo en Bella Vista y que lastimosamente cerró. Aprovechamos un viaje al interior para pasar a almorzar al enterarnos de la sucursal en Aguadulce; a mi esposo le encanta el seco de res que no dudó en ordenarlo y estaba tan delicioso como siempre lo recordaba; pedimos ademas un ceviche frito que estaba muy bueno y un pulpo al grill con yuquitas que estaba buenísimo; para los niños ordenamos deditos de pescado con papas que estaban muy ricos también. El ambiente es un poco lúgubre, quizás influye lo amplio del lugar y la poca iluminación en el día. El personal fué muy atento y diligente en todo momento. Seguramente se convertirá en nuestro sitio favorito para parar a comer si pasamos de Aguadulce en viajes al interior. Lo recomiendo!
Villa Marina Bistro
Siendo el restaurante del Hotel Villa Marina (donde nos hospedamos el fin de semana) no podíamos dejar de conocerlo. Sus desayunos son sencillos pero muy ricos (muy bueno el café y además hay opciones de platos típicos panameños, adicional al desayuno estilo americano); le da el toque tener el mar tan cerca, convierte el desayuno en una experiencia relajante. Para la cena la carta no es muy extensa, pero ofrecen opciones de mariscos muy buenas. Probamos el ceviche de corvina, delicioso, se sentía muy fresco y el toque se lo daban los chips de otoe o plátano; probamos la pizza de jamón que ordenamos para los niños, masa delgada muy buena y el filete de pescado al ajillo con patacones estaba bueno también. En Playa Venao hay opciones para ir a comer, sin embargo con Villa Marina Bistro no sentimos la necesidad de movernos del hotel para degustar buena comida (adicional a las buenas atenciones de su personal). Lo recomiendo!
La Casa de Lourdes
Sin duda el mejor restaurante de El Valle, el personal es muy amable (aunque pueden “ausentarse” un poco si el lugar se va llenando), el ambiente es relajante, tranquilo y acogedor; probamos de entrada el bisque de corvina, maíz nuevo y curry que estaba delicioso, de plato fuerte probamos los ñoquis de zapallo y el pollo en salsa de tamarindo con arroz verde, el primero mucho mas rico que el segundo y de postre el dulce de manzana crocante con helado de vainilla y caramelo que estaba muy rico también (mis niños degustaron la opción de nuggets con papitas que les gustó mucho). Definitivamente que es un restaurante que no podemos dejar de visitar cada vez que estemos por estos lares, lo recomiendo!! (importante reservar mesa!)
Mar de Grau (Boquete)
Buena opción de comida internacional (peruana) en Boquete, ubicación conveniente en todo el centro. Ambiente agradable, con opción de ubicarse en mesas en una terracita en la parte posterior lo cual lo convierte en una velada aún mas agradable; el personal es muy atento. Probamos una causa de camarón de entrada la cual no estaba tan buena, tenía una salsa que sabía demasiado a mayonesa y arruinaba el resto de los sabores del plato; de plato fuerte ordenamos el pulpo al ajillo que estaba delicioso e igualmente el arroz chiclayano que no se quedaba atrás; mi hijo comió como plato fuerte la entrada de deditos de pescado que le encantó, tenía un sabor ligeramente dulce que le daba un toque especial. Definitivamente que lo recomiendo y que regresaría!
La Carbonera
Buen restaurante y con ubicación conveniente si te encuentras paseando por tierras altas; el lugar es una casa con una decoración sencilla y algo antigua; las raciones de comida son bastantes generosas, probamos el filete a la pimienta que estaba bastante bueno (venía acompañado de unos patacones gigantes que estaban muy ricos) y un calzone personalizado (con carnes y vegetales mixtos) enorme que estaba bueno también. La atención es bastante buena aunque algo demorada si el restaurante está concurrido (que de hecho cuenta con pocas mesas y se llena fácilmente).
Da Vinci
Opción en El Valle de comida italiana con pasta fresca hecha en casa que ha sido de mi total agrado. Ordené el spaghetti a la vongole el cual estaba delicioso, lo único malo: ración un poco pequeña - a mí no me molestó, quedé satisfecha, pero el resto de las personas que me acompañaban no se sintieron igual. La salsa de pesto que ordenaron mis amigos con sus platos estaba algo "pesada" al paladar mas no desagradable. La atención del mesero bastante seria y estricta al principio pero conforme avanzó la velada se fue relajando y desapareció la tensión. Es una opción agradable para pasar el rato, comer y tomarse una copa de vino durante un paseo a El Valle, lo recomiendo!