Pedí el plato de curry con fideos (Khalo soi) que estuvo exquisito; los vegetales tiernos, el curry muy cremoso y con un toque picante que no inhibió los sabores del resto de los ingredientes. De postre pedí el pie de limón que vino acompañado con helado de pistacho. Ambos deliciosos, con el perfecto punto de dulce y cremosidad. El lugar es precioso, bien ambientado, con un jardín muy sencillo pero lindo y relajante. El mobiliario armoniza perfectamente con el entorno y la decoración del sitio. El servicio inmejorable, siempre atentos a la mesa. En resumen; un lugar para repetir muchas veces.

Paré almorzar en mi viaje de regreso del interior. Pedimos lasagna de carne, bruschetta de tomate y queso. La lasagna venía acompañada de pan de ajo mismo que sacó la cara por la lasagna. La bruschetra estaba aceptable, la porción muy generosa. El servicio es el típico de un lugar de fast food, osea, nada memorable en cuanto a detalle y personalización. Si bien es cierto, la comida no sobresalió por el sabor; si puedo decir que el servicio fue super rápido. Para mi, la relación costo-beneficio fue buena sobretodo porque lo que pedimos venía acompañado por bebida.

El sitio da la sensación de estar cerrado siempre, a menos que te bajes del auto y llegues a la puerta de entrada, no te percatas que está abierto. llegamos aproximadamente a las 8pm. La frustración inició al momento de ordenar la comida; mis primeras dos opciones de comida ya no había (8pm). Pedí una causa de camarones que estuvo deliciosa, mi compañera pidió una causa de mariscos y también estuvo sabrosisima. Pedí un filete saltado, el más caro porque la versión m{as barata, con pulpa negra, es "la primera que se acaba" fue lo que me contestó el mesero. pedí inka cola, "no hay" fue la respuesta; solicité cuzqueña y la respuesta fue, "no hay" pedí el favor que el arroz acompañante del plato fuese frito y no blanco, la respuesta fue "no se puede". La expresión de mi rostro se transformó y solo atiné decirle "encima que me han dicho no hay a dos platos, no tienen las bebidas que pedí, también me dices que "no se puede" poner arroz frito a mi plato????? El chico que nos atendió puso su mayor esfuerzo y se ve que seguía instrucciones pero no dejó de ser frustrante los "no hay" y los "no se puede" La comida tardó en llegar con todo y que había solo 3 mesas ocupadas. Rescato el sabor de la comida, muy bueno y apegado a la cocina peruana pero la demora para traerla, los "no hay", los "no se puede" le mataron todo lo bueno a la misma. Todo lo anterior para terminar pagando 25 por persona, igual que en un restaurante de la capital, pues no es agradable. No creo que vuelva por allí.

Llegamos cuando estaban cerrando por lo que solo podían despacharnos empanadas y pizza. - Las empanadas son un clásico y no brain en Carlitos. - Pedimos piza de peperoni, de jamón con arugula y 4 quesos. Otro hit en este restaurante. - La atención fue premium a pesar de llegar coíncidiendo con el cierre (ibamos camino a Las Tablas para el desfile de las mil polleras. - Este restaurante siempre me sorprende por la consistencia en el sabor y preparación de los alimentos. No es como otros sítios donde a veces te va bien y otras no tanto; aquí SIEMPRE es buena la comida; ni que decir de la relación costo-beneficio que es justa.

Llegué en un grupo de 4 personas aproximadamente a las 10pm; se nos acercó una chica a informarnos que habían cerrado la cocina. Le rogamos que nos atendieran y, luego de consultarlo, nos informó que seríamos atendidos. - Ordenamos ceviche como entrada; la verdad muy regular, se le sentía mucho el sabor a vinagre y poco a limón. - Pollo a la plancha con patacones; plato muy sencillo pero sabroso. Adicional pedí una orden de yucas fritas que estuvo AON. - El otro plato fue pollo frito con papas fritas; muy rico también. - Además se ordenó filete con patacones que estuvo cocido a la perfección. - El último plato fue arroz con pollo con muy buen sabor, casero. - De postre compartimos un flan de guineo que estuvo super mega wao de sabor y textura. Toda la comida estuvo excelente excepto el ceviche (menos porque cuesta usd 8.00). Valoramos mucho que nos atendieran siendo que ya habían cerrado la cocina. Una recomendación, siendo que el día de nuestra visita fue el desfile de las mil polleras, sugiero que mantengan el servicio mientras haya clientes. Luego de nosotros llegaron varios comensales quienes tuvieron que retirarse porque ya estaba el restaurante cerrado. Una actividad tan grande como ese desfile debe ser aprovechada al máximo por los comerciantes.

Es una cafetería pequeña en la avenida principal de Boquete pero tiene un menú bastante interesante. Pedí una ensalada mediterránea cuyos ingredientes fueron mesclum de lechugas, nueces, tomate y aceitunas que se volvió sublime por la vinagreta homemade. acompañé con un emparedado de proscuitto con pesto muy rico; hecho con pan casero. De postre probé el tiramisú parfait, muy sabroso. Una interpretación del postre original muy bien lograda.

Opté por picar diferentes entradas - croquetas, buena textura, bien cocidas, sabor simple. - tortilla española, de-li-cio-sa. Textura, sabor, temperatura. - ordené un emparedado serranito que consta de pollo, jamón serrano y un aderezo que me supo a salsa tártara. El pan, delicioso; el relleno no estuvo mal pero la descripción en la carta me satisfiso más que la realización del plato; vino con unas papas frita muy ricas ya que no eran precocidas sino que se notó que fue una papa que cortaron para tal propósito ya que eran irregulares. La atención fue muy buena y la disposición de los saloneros fue excelente. El sitio es muy bonito y acogedor

Comida: - colita de cuadril, muy rica, buena calidad de carne, buen acompañamiento (papas salteadas) - entraña, cocida a la perfección, buena calidad de carne, excelente side (puré rústico). - postre; cheescake con topping de majar blanco. Aceptable aunque la costra estaba muy gruesa. - muy sorprendido (positivamente hablando) de la calidad de los cortes y lo bien logrado de los platos. - para tomar, pedimos una copa de sangría (bastante aceptable) y una copa de vino de la casa (normalona) Servicio: - regular pero hubo una acción que habló muy bien del mismo. Luego de pedir la colita de cuadril “bien cocida”, el mesero se acercó para decirnos que ese termino haría perder sabor y textura para ese corte y que sugeria cambiar a “termino medio”. Seguimos su recomendación y nos fue muy bien; punto a favor del servicio. Ambiente: - el sitio es, literalmente, una casa a la que pusieron mesas y sillas en la sala-comedor así como en en la terraza. Hasta las puertas de acceso son las que se usan en las casas. - mesas y sillas feas, alto nivel de ruido, decoración inexistente. Para las personas que toman mucho en cuenta el ambiente, esta no es una buena opción. - muy soprendido de los precios; tan altos como en la capital sin contar con la infraestructura ni el nivel de servicio de la misma.

Fui a cenar y la experiencia fue regular-mala tirando a mala-mala especialmente porque me habían hablado muy bien del sitio. Las dos chicas que nos atendieron tenian una actitud muy buena y servicial pero desconocían TOTALMENTE lo que el menú ofrece. Pedimos unos deditos de pollo del kids menu pero los queríamos con patacones en vez de papas fritas. Pedirlos tardó tres consultas con la cocina porque todo era un “no se puede”. Primero hubo que consultar si el side podían ser patacones.. osea.com.pa. La respuesta de la cocina (luego de 5 minutos de espera) fue: “No se puede porque el kids menú solo puede ser con papas” Decidimos entonces por la porción completa pero que viniera con PATACONES; la respuesta tuvo que consultarse nuevamente con la cocina y fue; “No se puede porque los deditos de pollo solo pueden ser con papas”... Yo pedí un filete la barqueta termino 3/4 con patacones y tuvieron que consultar a la cocina si el side podía ser patacones. Mi reacción cuando la chica regresó de la cocina fue; HABEMUS PATACONES así que le dije “los patacones de mi filete póngalos en los chicken finger y las papas fritas en mi filete” a lo que la chica dijo que estaba bien. Al poco tiempo llegó la comida. El filete cuyo termino era bien cocido en vez de 3/4, con una salsa chimichurri de frasco, con ensalada verde que se había marchitado un poco por el calor de la carne y, oh sorpresa, PATACONES que estaban demasiado cocidos/fritos. También llegaron los chicken fingers de lo mas profundo de una bolsa de congelados acompañados de papas fritas y sin ninguna salsa acompañante. En defensa del filete debo decir que, a pesar de no estar cocido al termino que pedí, estuvo sabroso. Mi pobre valoración se debe a: El side de un plato debe ser algo mucho mas sencillo de escoger y no debe requerir consultas a la cocina. Hay tanta diferencia entre patacones y papas fritas? Si luego de la consulta ultra mega científica que implicó escoger el side y que acordamos en el pedido; por qué llegó al revés. Me refiero a una carne termino bien cocido en vez de 3/4 que fue los solicitado e intercambiar los side de dos platos. Tiene que recurrir un hotel a deditos de pollo congelados para ofrecerselos a sus clientes? No tiene la capacidad de prepararse sus propios chicken finger? Por último, la cuenta tardó en llegar 20minutos luego de pedirla en un restaurante que solo tenía ocupadas, en ese momento, 3 mesas. Lo siento pero hay mucho, muuuuuuucho que mejorar en ese restaurante.

Fuí por una pizza, sin muchas expectativas y salí más que complacido. Masa perfecta, preparada y amasada para ser pizza y no un hojaldre bañado en salsa de tomate. Ingredientes frescos. El lugar no es lujoso pero las pizzerias originales tampoco lo son, es una típica pizzeria de barrio. Fuí en domingo, tipo 6pm y fui atendido por el propio dueño quien es italiano. Hacen pan italiano que venden al detal. Recomendadisimo el sitio para comer una verdadera pizza.