El restaurant es muy bonito. La atención de las meseras no es mala, pero la actitud del encargado es terrible. Pedimos un plato de anillos de calamar lo cual no recomiendo para adultos pues trae una porción de máximo 100 gr. El mesero no advirtió eso, lo cual es importante al momento del pedido del comensal. Cuando llego la orden y me percaté que era poca la cantidad y quise pedir otro plato me informan que la cocina había cerrado. Obviamente no quede satisfecho. Cuando me dirigí a caja a pagar la cuenta, le manifesté al encargado lo que no me gustó en pro de la mejora del servicio pues es un restaurant que siempre he recomendsdo. El resultado, fui insultada y agredida verbalmente por el mismo, quien hizo mencion de que mi opinión no era importante pues para él soy una en 100 personas. Quise pedir patacones y no tomaron la orden, por ser las 3 pm y porque no contaban con que fueran comensales a comer un 2 de enero. Sin embargo reconozco que el ceviche y las empanaditas estuvieron aceptables.