En Volcán la oferta gastronómica no es sobresaliente; no obstante este lugar, ha dado un giro muy positivo a esta situación. Las porciones son generosas y deliciosas. Los precios muy justos.
Lo jat: La comida es excelente. La presentación de los platos es súper atractiva. Varios estacionamientos y el lugar fácil de encontrar. El servicio es bueno y te atienden de manera muy familiar.
Lo gallo: No siempre hace frío en Volcán, el lugar no tiene aire acondicionado; por lo tanto, se puede poner caliente el ambiente y muchas moscas pueden entrar e invadir la paz de los comensales; sin embargo, la comida es tan buena que pasan a segundo plano estas molestias.
Lo que comimos: La sopa de lentejas estaba suculenta. El filete de cerdo espectacular (y viene en una cama de pork & beans 😱). El puré rústico delicioso y los patacones son enormes y frescos. El pescado a la mostaza riquísimo con sabores muy acentuados y balanceados. El brownie estaba fresco, de textura más firme que esponjosa, caliente y coronado una clásica bola de helado que se derretía lentamente sobre el. El café debe pedirse, de buen aroma y con carácter fuerte (como se debe) (recomiendo no ensuciarlo con azúcar o leche.
Volveré!
La Carbonera
En Volcán la oferta gastronómica no es sobresaliente; no obstante este lugar, ha dado un giro muy positivo a esta situación. Las porciones son generosas y deliciosas. Los precios muy justos. Lo jat: La comida es excelente. La presentación de los platos es súper atractiva. Varios estacionamientos y el lugar fácil de encontrar. El servicio es bueno y te atienden de manera muy familiar. Lo gallo: No siempre hace frío en Volcán, el lugar no tiene aire acondicionado; por lo tanto, se puede poner caliente el ambiente y muchas moscas pueden entrar e invadir la paz de los comensales; sin embargo, la comida es tan buena que pasan a segundo plano estas molestias. Lo que comimos: La sopa de lentejas estaba suculenta. El filete de cerdo espectacular (y viene en una cama de pork & beans 😱). El puré rústico delicioso y los patacones son enormes y frescos. El pescado a la mostaza riquísimo con sabores muy acentuados y balanceados. El brownie estaba fresco, de textura más firme que esponjosa, caliente y coronado una clásica bola de helado que se derretía lentamente sobre el. El café debe pedirse, de buen aroma y con carácter fuerte (como se debe) (recomiendo no ensuciarlo con azúcar o leche. Volveré!