Regresabamos a la ciudad y buscabamos un buen lugar para almorzar, nos aventuramos a ir a Pits y nos encantó, es un ambiente único en el área, tienen área cerrada y terraza. La comida estuvo buenísima, mejor de lo que esperabamos. El mesero que nos atendió fue muy amable y conocía muy bien el menú, es un poco despistado, la verdad, pero se reivindicó con su buen trato. El resto del staff fue muy amable también. El lugar está muy bonito, acogedor y limpio. La comida demoró el tiempo necesario, no tenemos queja, definitivamente una parada obligada.

La comida estuvo muy buena y el ambiente agradable, ideal para reunirse en familia o amigos. El punto negativo es el servicio ya que fue muy lento y tuvimos que esperar 40 minutos por la comida y nos trajeron las entradas equivocadas.